Matrimonios Reales En Europa
Antaño, el matrimonio de reyes y príncipes siempre había sido una cuestiónde suma trascendencia política. No se trataba de un acto de derecho privado, como cualquier matrimonio, sino de un acto de derecho internacional del que se derivaban importantes pactos y alianzas entreestados. En estas condiciones, es lógico pensar que los casamientos reales difícilmente podían ser por amor. Quizás ese era el precio que debían pagar tan insignes personajes por el poder del quedisfrutaban. En cualquier caso, las complicaciones que pueda tener el príncipe don Felipe para concertar su matrimonio parecen una reliquia del pasado. En la actualidad se tiende a pensar que elmatrimonio debe ser un acto libre, al margen de todo interés e interferencia externa y basado única y exclusivamente en el deseo y el amor de los cónyuges. Esta es una característica muy específica de lacultura Occidental y totalmente extraña a la mayoría de las sociedades humanas.
La constante histórica de que los reyes y las reinas, para sí mismos y para sus herederos, tomen por esposas o maridosa princesas y príncipes extranjeros constituye un caso de contacto de lenguas. Esta costumbre la mantuvieron los reyes de la corona castellano-leonesa y, más tarde, lo hicieron los reyes de España.Los autores de crónicas, memorias o relaciones, los compiladores de sucesos y anécdotas, han puesto de relieve las situaciones producidas por el contacto, no ya de dos lenguas diferentes entre loscónyuges, sino de dos modos de vida con diferentes principios, valores y hábitos. El análisis de cada uno de los matrimonios de estas características permite llegar a una conclusiones lingüísticas...
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