Max Neef Satisfactores
Necesidades humanas y sociedad
Satisfactores y bienes económicos
Los satisfactores definen la modalidad dominante que una cultura o una sociedad imprimen en
las necesidades. Referidos a todo aquello que, por representar formas de ser, tener, hacer y
estar, contribuye a la realización de necesidades humanas. Pueden incluir formas de organización, estructuras políticas, prácticas sociales, valores y normas, contextos,
comportamientos y actitudes; todas en una tensión permanente entre consolidación y cambio.
La alimentación es un satisfactor, una estructura familiar (de la necesidad de protección) o un
orden político (de la necesidad de participación) también lo son. Un mismo satisfactor puede
realizar distintas necesidades en culturas distintas o vivirse de manera divergente por las
mismas necesidades en contextos diferentes.
Mientras un satisfactor es en sentido último el modo por el cual se expresa una necesidad, los
bienes son en sentido estricto el medio por el cual el sujeto potencia los satisfactores para vivir
sus necesidades.
La reivindicación de lo subjetivo
La forma en que se expresan las necesidades a través de los satisfactores varía a lo largo de la
historia, de acuerdo a culturas, referentes sociales, estrategias de vida, condiciones
económicas, relaciones con el medio ambiente. Estas formas de expresión tocan tanto lo
subjetivo como lo objetivo, pero están permeadas por la situación histórica del vivir de las
personas. De ahí que los satisfactores son lo histórico de las necesidades y los bienes
económicos su materialización.
Bases para una sistematización posible
Una taxonomía de las necesidades humanas
Toda taxonomía debe considerarse como provisoria, abierta y sujeta a cambios en la medida en que surjan nuevas razones o evidencias para hacerlos.
→ La taxonomía debe ser comprensible: las necesidades enumeradas deben ser fácilmente
reconocibles e identificadas como propias.
→ La taxonomía debe combinar amplitud con especificidad: debe llegarse a un número
reducido de necesidades claramente enunciables, pero capaces de crear en su conjunto un
universo suficientemente amplio para que cualquier necesidad fundamental vivida pueda
remitirse a él.
→ La taxonomía debe ser operativa: para todo satisfactor existente o pensable, una o más de
las necesidades enunciadas ha de aparecer como necesidad objetivo del satisfactor. Lo que
debe pretenderse es que la taxonomía haga posible el análisis de la relación entre necesidades
y formas en que ellas se satisfacen.
→ La taxonomía debe ser potencialmente positiva: la taxonomía debe servir de resorte para
pensar un orden alternativo capaz de generar y fomentar satisfactores para las necesidades de
todas las personas y sustituir satisfactores excluyentes, que sacrifican unas necesidades, por otros, más comprehensivos, que combinen la satisfacción de varias necesidades.
Necesidades, satisfactores y bienes económicos
Las necesidades no sólo son carencias sino también potencialidades humanas individuales y
colectivas.
Los satisfactores son formas de ser, tener, estar y hacer, de carácter individual y colectivo,
conducentes a la actualización de necesidades.
Los bienes económicos son objetos y artefactos que permiten afectar la eficiencia de un
satisfactor, alterando así el umbral de actualización de una necesidad, ya sea en sentido
positivo o negativo.
Una matriz de necesidades y satisfactores
La interrelación entre necesidades, satisfactores y bienes económicos es permanente y
dinámica. Entre ellos se desencadena ...
Regístrate para leer el documento completo.