Max Rojas
Sábado 17 de marzo. Las nubes se postraban amenazantes sobre Tecámac, y la oportunidad de oír leer a Max Rojas,y su consecuente propuesta acerca de una fundación que llevará su nombre caería y desaparecería; igual que las gotas de lluvia aparentemente desaparecen al caer sobre tierra seca.
Jorge JuanMáximo Rojas Proenza, nacido en 1940; ganador del premio Carlos Pellicer de 2009; autor de 14 libros de poesía, que en realidad, según sus palabras es un solo poema que está a punto de llegar a las 3000cuartillas y los usos de mayúsculas y puntos son mero capricho de sus editores; se presentó en el café Casa Cereza, en Ojo de Agua, Tecámac. A 54 kilómetros de distancia, según GoogleMaps con unrecorrido de 50 minutos aproximadamente. Pero fuera de internet, el recorrido que hizo Max junto con Abel, fundador del café Casa Cereza y partícipe en la lectura; junto con Israel Miranda; fue de más o menoscuatro horas.
El alumbrado público, con sus respectivas lámparas descompuestas ya estaba activo. El café Casa Cereza recibía a los colonos de Tecámac con las puertas abiertas de par en par, y en elmomento en que este humilde pseudo-escritor entró al recinto, de inmediato observó que Max se encontraba sentado, bebiendo lo que pensé era café, en una taza de barro y fumando un cigarrillo sinfiltro (delicados ovalados) rodeado por un par de caballeros que atentos escuchaban a este hombre de cabello y bigote totalmente cano, ya con pocos dientes y un par de anteojos que no utilizó en sulectura.
Con las pocas gotas que soltó la nube casi negra que jamás se convirtió en tormenta comenzó la lectura. Rojas, ayudado de Israel Miranda se sentó frente al micrófono, en el centro de la cafetería,y rodeado por jóvenes y ancianos, que ya sea por pura casualidad o por causalidad disfrutamos, no de su poesía, pues es tan pesada (tómese con un buen significado) que lleva tiempo asimilar la...
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