mayra

Una tarde inaudita.

Mayra se encontraba paseando por el Shopping, tenía ganas de renovar su closet ya que hacía un buen tiempo que no iba de compras. Aprovechando el sale,decidió usar su tarjeta sin importar lo que gastaría.
Realizó un par de compras en Lolita, Urban y Uniform. Estaba todo bien, la tarjeta seguía teniendo crédito y ella ganas de comprar.Dejó por ultimo para ir a su local favorito: Daniel Cassin. Como siempre, absolutamente todo le gustaba.
Las pobres vendedoras no daban a basto. El local estaba lleno de gente, y elprobador más aun, por lo que Mayra entró con su montaña de ropa sin pedir el famoso numerito que nos dan al pasar.
Estaba copada, cada prenda le gustaba más que la otra, básicamentepretendía llevarlas todas. Pero en el fondo sabía que no era lo correcto. Los últimos meses Grace, su mamá, le estaba pagando la cuenta de la tarjeta, ya que su pasantía había terminado, así comosus ahorros.
Por su cabeza pasó una idea deshonesta, pero que solucionaría su problema. Meter dos o tres prendas en su gran bolso blanco no parecía nada difícil.
Estabanerviosa, sabía que al salir, en su cara se iba a notar esa inquietud que estaba sintiendo pero sus ganas de llevarse todo eran más fuertes. Decidió dejarse llevar y dejó afuera una cartera negra yun pañuelo para dirigirse a la caja.
Los minutos pasaban y la fila no avanzaba, su conciencia explotaba, sus manos sudaban y no paraba de mover su pie izquierdo.
Unsegundo antes de su turno para pagar, aparece Grace en el local. Definitivamente era una señal, pensó Mayra y se escabullo entre la gente para entrar nuevamente al probador. Sacó todo de su bolsoy al salir le dejó las prendas a una vendedora.
Fue una buena lección de que hay que hacer lo correcto y no seguir el camino del consumismo que la sociedad actual sufre.