Me robaron el alma
PUESTO DE TRABAJO
Los nervios me atenazaban antes de la entrevista parael puesto de trabajo, pues era la mejor opción que había salido en años en el mercado laboral, que me había recomendado mi primo, jefe de recursos humanos de la empresa: Director general, con fijoalto, bonus variable, coche y casa de empresa y stock options de la empresa. Había conseguido pasar tres entrevistas, y ésta era la final, entre los finalistas: un simple test a responder en veinteminutos.
El lugar de la prueba era un céntrico hotel de la ciudad, a media mañana. Huí de mi trabajo de oscuro oficinista alegando la muerte de un familiar a fin que me dieran permiso: si conseguía elotro puesto, no tendría que justificar mi falta. Llegué a la puerta del hotel media hora antes de la fijada, y nervioso fui a los al salón de la prueba: estaba abarrotado, no habría menos de doscientaspersonas y apenas mesas para sentarse. Me coloqué donde pude, en zona fumadores junto a un cuarentón que tenía la nariz roja de borrachín y los dedos amarillos, color nicotina, que chupaba uncigarrillo negro como si le diera la vida en vez de quitársela. "Ni a la bombona de oxígeno que estará pegado dentro de diez años la absorberá así", pensé, reprimiendo una sonrisa cruel.
Se hizo elsilencio en la sala cuando entró el examinador: nos dio un cuadernillo a cada uno con las cuatrocientas preguntas, y tras terminar, dijo la frase que hundía mis esperanzas: "tienen una hora".
Me sentí...
Regístrate para leer el documento completo.