Mean girls
—Vania... —suspiró.
—Vamos a publicar un reportaje con motivo del décimo aniversario de todo aquello. —¿Sabes dónde está?
—Ésa es la pregunta clave. Imaginaba que tal vez...—Diez años —plegó los labios hacia abajo—. Después de lo de Cyrille y Jess... Pensé que estaría en cualquier parte, y que volvería un día u otro, hasta que me di cuenta de que habían pasado dos, tresaños, y ella seguía sin dar señales de vida. Ahora...
—¿Te importa que hablemos de ella?
—No, claro.
Fue tan fácil que casi me pilló de improviso.
—Aunque tampoco hay mucho que contar —me aclaró—.Todo sucedió muy rápido.
Era curioso. Habría querido matar a Tomás Fernández por haber estado con una mujer a la que había amado siendo adolescente y, en cambio, respetaba y admiraba a Nando Iturralde,cuando también había estado con ella.
—Os enamorasteis de una forma típica, ¿verdad?
—Y tanto —sonrió—. ¿De qué otra forma pueden enamorarse un cantante y una modelo que se encuentran una noche yque, después, a lo peor ya no vuelven a cruzar sus destinos? Lo normal era eso: conocerse, mirarse, saber lo que iba a pasar, y ya no hacerle ascos. La gente normal no lo entiende, creen que es purosexo y que los famosos están locos. Pero no es así. Muchas personas se conocen hoy, se miran, y saben positivamente que va a pasar algo, mañana, pasado, la semana próxima. Pero viven en la misma ciudad,tendrán una o dos citas tranquilas, y se lo pueden tomar con calma. Lo saben, pero esperan. Las estrellas, del género que sean, no tenemos porque fingir, y tampoco tenemos tiempo que perder. Si va apasar, va a pasar. Así que eso fue lo que sucedió: nos conocimos en aquella gala, nos escapamos juntos al terminar, y aquella misma noche nos amamos como si fuera...
Le brillaban los ojos. Tuve...
Regístrate para leer el documento completo.