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Resumen de la pag 93 a la 119
El paseo cap. 11
A la una de la tarde del siguiente día, 21 de noviembre, Gabriel Fernández acababa de vestir el uniforme y se ceñía el cinturón de que pendía el espadín, pues a la doce empunto debía estar en casa del alférez real. Resonaron fuertes aldabonazos en la puerta de la calle, y habiendo acudido a ver el criado negro de don Ramón encontraron dosindividuos jóvenes y de color cobrizo, ricamente vestidos de árabes. El dependiente de la casa de Agüero y urdaneche que los acompañaba, dijo a Gabriel de don Andrés los enviaba por orden de la persona que había remitido el caballo, y que aquellos individuos estaban destinados a acompañarlo en calidad de pajes.
Una turba de curiosos, muchachos en su mayor parte, seguían al joven oficial, y cuando elpaseo desemboco en la plaza, donde la concurrencia era a un más compacta que en la calles todos los ojos se dirigieron al caballero y al caballo. El balcón del palacio estaba completamente ocupado por las señoras principales de la ciudad. En el centro se vehia a la esposa del capitán general, que tenía a su derecha a la del regente de la Audiencia y a su izquierda a su hijo del que desempeñaba lasimportantes funciones de alférez real.
Cap. 12
El sarao
A las ocho de la noche del día 22 la espaciosa casa del regidor que había desempeñado las funciones de alférez real en la fiesta que Santa Cecilia, abria sus puertas a lo mas florido de la sociedad. El salón principal, preparado para el sarao, estab cubierto de un arteson abovedado de cedro con arabescos negros, construcción que no era raraen aquella época y que daba a las salas de recibimiento un aspecto mas elegante que el que presentan hoy, con nuestros pobres cielos rasos planos, de tela blanqueada. Tres arañas grandes de plata cargadas de bujías y candelabros del mismo metal en consolas de madreperla y carey, iluminaban las piezas, cuyas paredes habían sido decoradas para la ocasión de un cortinaje de Damasco de seda, amarillode carmesí.
Entretanto, la animación de baile iba creciendo, a medida que avanzaban la horas. Aquella juventud, tanto más ávida de goces cuando tenía menos oportunidades de proporcionárselos, se embriagan con las emociones de la fiesta. Todos aspiraban a torrentes el placer de aquella reunión en que se confundían en las figuras de una elegante contradanza, las casacas bordadas de oro y platade los caballeros con los vistosos trajes de terciopelo, de tisú, y de seda de China de las damas todos gozaban excepción de tres personas; la reina de la fiesta humillada, contrariada en lo más recóndito de su alma; el desdichado don LUIS de Hervías, para quien tuvo Matilde una mirada, una palabra desde que desapareció Gabriel, como si quisiera castigarlo por no haberlo retenerlo, y el malignodon Diego de Arochena, que buscaba alguna oportunidad para dar rienda a su despecho.
Dicho esto la hija del alférez real volvió la espalda al abogado, que permaneció clavado en el puesto en una actitud y con aire que habría podido servirá un artista que hubiera querido hacer la estatua del despecho.
A pesar de las apuestas eran fuertes, ninguna de los tres jugadores parecía darle muchaimportancia y, sin desatender el juego, conversaban acerca de diferentes cosas.
Cap. 13
El situado
Bien sabido que hubo una época en que, disminuidos considerablemente los productos de la renta del reino de Guatemala, se hacía necesario remitir todos los años, de Nueva España cierta cantidad para completar los gastos de la administración pública. Llenaban a esa remesa el situado, y muchas veces venia deVeracruz a Trujillo, y de este puerto se dirigía, bajo seguro escolta, a esta ciudad. Hemos que la noticia que dio aquel misterio personajes sobre la diminuta de la escolta que venía en el convoy, ocasiono la disposición en que salieran 25 hombres del batallón al encuentro del situado; y atendiendo al carácter y modo de proceder de don Juan, no sería temerario suponer que no sin intención puso...