Mecanismos De Defensa
Una retórica sin rétor
Anna Freud comienza su libro El yo y los mecanismos de defensa con una crítica al psicoanálisis "de cierta época" que desestimaba la adaptación al mundo exterior, el valor de los conceptos de salud y enfermedad o de virtud y vicio y se centraba "meramente" en los impulsos reprimidos, en las fantasías y los afectos. Apuesta a un yo quepodría observarse y observar la ajenidad e inconveniencia de lo que procede del ello . Sostiene que la terapéutica psicoanalítica ha obligado a modificar esas desestimaciones, que si algún sentido tiene investigar el ello es que esa investigación sirva para restablecer la integridad del yo.
Dirá que del ello sólo puede saberse por sus derivados y si en el ello hay calma y satisfacción no hayimpulso que necesite invadir el yo en busca de gratificación.. El superyo es distinto sobre todo porque sus contenidos son conscientes, según Anna Freud, y accesibles directamente a la percepción intrapsíquica. El superyo se desdibuja cuando entre él y el yo hay armonía, y se deja sentir cuando enfrenta al yo críticamente. Nada hay en el impulso mismo que sea molesto o peligroso para el yo, nada hayen el yo que se oponga específicamente al ello, el rechazo yoico de los impulsos del ello no tiene otra razón que la angustia del yo ante el super yo que tiñe la realidad exterior de prohibitiva y al impulso instintivo de peligroso. AF muestra un yo determinado por la angustia ante el superyo, que se le aparece como amenaza proveniente del mundo exterior. Ahí está para ella la fuente de laneurosis, ligada al estancamiento, a la tabicación, a la imposibilidad de satisfacción de impulsos libidinales y agresivos por obra de recursos automáticos disparados por un yo sumiso. Es desde ahí que interroga y critica a la educación y a la influencia parental y se pregunta por qué no es posible desde esos lugares constituir un super yo más flexible. Dirige a la realidad exterior, a los padres realesy a la instancia educativa una crítica, les otorga estatuto decisivo en la conflictiva del yo y en esto está bien lejos de Klein, quien sostiene que el mundo exterior es reflejo de la tonalidad persecutoria del super yo, que los padres son imagos realizadas.
La salud es una situación infructuosa de observar, porque la fuerza invasora del ello sucumbió y el reposo anímico domina.
La terapéuticase dirige al yo, observa al yo que es a su vez su propio observador y el que cumple una función de control intrapsíquico.
No acepta como normal que el yo escape a sí mismo. El yo funciona a proceso secundario así como el ello a primario y a puro principio de placer. Es necesario aquí prestar atención a la borradura del más allá del principio de placer . Entiende la represión como la definitivaaniquilación del impulso del ello por el yo .En la neurosis retorna "el material reprimido".
Da mucha importancia a la formación reactiva, dice que es una protección permanente del yo contra el ello y lo relaciona con los descubrimientos de Reich del carácter. Dice que cuando la formación reactiva fracasa, se ve en acción simultánea tanto al impulso que generó la defensa como a la defensa misma.Esta simultaneidad dura poco, dice- porque el yo tiende a la síntesis. De modo que no tarda en surgir el conflicto y de ahí hay un paso a la represión o a la formación de compromiso.
La técnica analítica permitiría lo que no permitía la técnica hipnótica Se distingue de ella en que ésta sólo se interesaba por hacer accesible los contenidos del inconsciente tratando de sortear al yo que, para esefin era un factor perturbador e eliminable con ayuda de la hipnosis. El yo se venga luego de la exclusión a que ha sido sometido y no permite que perdure el éxito terapéutico, cuestión por la que también se transforma en un obstáculo para la labor analítica, dejando de colaborar con el analista.
¿Qué cambia con la asociación libre? La exigencia de anular toda crítica es exigencia al yo de que se...
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