Medicina Popular Argentina, Patrimonio Cultural

Declaración de Medicina Popular Argentina Patrimonio Cultural

Nicolás Mattus. Octubre 2014.
Preservacion Patrimonial. Universidad Provincial de Córdoba

Cierto día de no se que santo de cual congregación, a la tota la agarro el feriado con el más chico sin clase. Dudando pero sin pausa pronto pensó en la única opción que a mano tenia, su suegra la Eudosia que era la que vida más tranquilasufría. Y allá partió, cartera en mano, con el susodicho nieto flameando. Achaval Rodriguez y la Cañada ordeno al taxista.
- MAMI MAMI como le va !
– Que hace ud.? Tanto tiempo…
Pocas palabras y a los bifes, sin acuso de recibo, deja el problema a la abuela y sale a la obligación. Linda changa para la Eudosia que empezó a tejer suposiciones a viva voz…. volverá para comer? No se, dijo elnieto mientras daba cuenta del pan casero. Tan así la preocupación, que en media hora más o menos, la mesa del comedor era un derroche de masa para ñoquis, mas enojada que ocupada no advirtió que el niño pasaba por el tenedor uno y se comía dos. Salsa, crema y regianitto, a las 12 30 en punto, todo listo. Pero, una horita de reloj y nadie apareció. - Como siempre!. Y así arranco el almuerzo en laabuela, el nieto rapidito comió y hasta con un vigilante de batata bastante generoso termino. Terminando de lavar los pocos platos del banquete frustrado, un silbidito tímido escuchaba la Eudosia. Era el nieto comilón que tirado en la cama boqueaba. Mijo! El nieto tan inquieto tendido en la cama no hablaba del atracadón. Menudo empacho se consiguió, pero el problema no era solo ese, eran dos. Lanuera la iba a acusar de descuidada y con mucha razón. A los tumbos y sin pausa la abuela pone el jarro de agua al fuego, y empieza en el macetón a cortar manzanilla y ruda macho que de la nada según ella ahí creció. Así estaba hasta que se acordó, que su vecina la Lubina un árbol de papaya de Brasil consiguió. Por ir a pedirle un par de hojas fue que el barrio entero, en media hora se enteró, delapuro en el que estaba la Eudosia por su nieto el glotón. Tantos favores había hecho ella que en cuanto la voz se corrió, comedidos de todos lados aparecieron cada uno con una solución. Más que ayuda un flor de lio, yuyos del viejo enjuto de la esquina que decía que eran del Chocón, grasa de león de la pampa, que ya ni se consigue, para atrás de las orejas de la época de los caciques con agallas, laPepa cinta en mano con su fama de partera retirada, ginseng de Yan el chino de la tintorería, que también fue a parar al jarro con agua que ya casi hervía, y como nunca falta alguien que sobre aparecio la nieta de los Sorrentino que con Reiki iba a activar el plexo solar del nieto. La Eudosia con una mezcla de gratitud y desazón, no sabía si controlar la tirada de cuerito de la Pepa o el fuego deljarro del internacional te. Pero en estas circunstancias donde la buena intención gana, la suerte también acompaña y aparece un erudito que pone con su tino poco de orden y cordura. Para bien o para complicarla, vino el amigo del Alfredito, un tal Efraín, porteño fanfarrón para la Eudosia, dicho en voz alta, que nunca se acordaba el apellido.
- Basta Mamaaaa!!! Tantas veces se lo repitieron.Pronto la calma siguió al orden, este chico ya profesor, organizo los sanadores y hasta los yuyos catalogó. Cada uno en su momento, por orden de llegada y según su pericia, aclaro con voz firme. A la hora de tal organización, el nietito había recibido curaciones, imposiciones, tisanas y cuanta ayuda del más allá se podía recibir para sacar a la Eudosia del aprieto.
Patio vacío ya, tranquila laEudosia y el nieto en el baño, Efrain pregunto:
– Sabia Ud Doña Eudosia que la etnomedicina es una especialidad de la antropología médica que estudia las medicinas tradicionales, especialmente las que carecen de fuentes escritas, con énfasis en los aspectos culturales, más que en los biomédicos.(1)
- Ya se viene el fanfarrón, pensó la Eudosia pero en agradecimiento por ser tan comedido lo dejo...