medicina

Ahí estaba. Mi cuerpo estaba muerto. Sin movimiento ni fuerza. Pero mi mente seguía igual. Era como un limbo constante. Podía escuchar todo lo que pasaba a mí alrededor, pero no podía moverme ni reaccionar a nada. Tampoco podía ver. Estaba en mi propio mundo, todo lo que veía era arena y mar. Como que estaba en un mundo paralelo, un sueño, como que mi alma lo estaba. Pero físicamente, estaba enuna cama de algún hospital olvidado. Escuché el mismo sollozo y rezo de todos los días. Lo escucho desde que el médico había dicho a mi madre: “Su cerebro tiene muy poca fuerza, su cuerpo no puede moverse y reacciona muy poco a los estímulos. Lamento informarle que está en coma 3. No podemos hacer nada hasta ver como avanza. Solo nos queda esperar que reaccione o que pase lo que tenga que pasar”.Desde ese día mi madre seguía a mi lado, rezando y sollozando todas las mañanas y las noches.

A veces venían mis familiares, solo muy de vez en cuando. Mis amigos estuvieron de visitas más seguido, tratando de ayudar a mi madre en lo que sea. A veces se quedaban a la noche a cuidarme, y de paso, para hacerme escuchar las nuevas canciones de mis bandas favoritas y me hablaban sobre el cine, algoque me apasiona.

Tenía ganas de hablarles, preguntarles por quien yo llevaba mi anillo. Por aquella persona que me enamoro y de su parte no recibía nada a cambio. ¿Que sería de ella? ¿Estaría con otra persona ya? ¿O aun estaba en su memoria? Todos los días me lo preguntaba mirando a aquel mar que estaba en ese sueño del que no podía despertar. El vacío de su ausencia aun estaba en mí. Ya noamaba a nadie, ni tampoco quería. Tampoco la quería a ella, todo había cambiado. Pero no entiendo por que me importaba.

No se cuanto tiempo había pasado de aquella noche, de aquel intento de robo y aquel golpe en la cabeza que me trajo a este sueño de mar y arena en el que estoy. Pero lo peor es que escuchaba todo lo que pasaba, y no podía hacer nada. Quería decirles que estoy bien, que no sécuándo volvería, pero que estaba bien.

Después de no sé cuánto tiempo, pero fue mucho tiempo, me dejaron por primera vez en la soledad. No escuchaba nada. Había escuchado a mi madre que en unas horas llegaba mi mejor amigo, que se quedaba la enfermera, que ella tenía que cuidar a mi sobrino. Mejor, debía despejarse un poco. En los momentos, donde solo sentía la presencia de la enfermera (por susrespiracionesy por su pequeño ruidito que hacia cada vez que cambiaba de pagina del libro o revista que leía), trataba de dejar de pensar y empezar a moverme.

Me pare en la arena y caminaba de un lado a otro. ¿Cómo lograr moverme si ni siquiera estaba en mi cuerpo? Empecé a caminar hacia unos médanos. Por un momento recordé de mi profesor de facultad, que decía: “Todo objeto que se mueve estábuscando su centro para reposar.” Me senté en el médano más alto. Yo ya estaba en reposo. ¿Para qué quería moverme? Mi vida era aburrida. Con másde 1 mes estando en coma, tal vez mi cuerpo se estaba pudriendo, pero mi alma estaba en paz en aquella playa, donde solo se escuchaba el arrullo de las olas al romper en la costa. Si despertaba, volvía a mi rutina. Esto parecía el inicio de mi más allá.¿Futuro? Ya no lo quería. Ya nada tenía sentido. Al fin y al cabo, todos morimos. Y este era el momento.

Algo interrumpió mi vaivén sobre la arena. Algunas personas venían corriendo por el pasillo. Se escuchaban sus voces tratando de detener a alguien.

-¿Qué hacen aquí? –Se quejó la enfermera- ¡No es hora de visita!

-Quiero verlo –soltó esa voz con sollozo.

Me detuvo en seco. ¿Su voz? ¿Ellaestaba aquí? No. No quiero. No. Quiero irme.

-No es buena idea –intento detenerla una de esas voces. Creo que era un amigo en común que teníamos entre los dos.

-Por favor –suplicó ella con su voz lastimera. Realmente estaba mal.

-¡NO! –Gritaba yo hacia el cielo de donde estaba -¡NO QUIERO VERTE! ¡VETE!¡QUIERO MORIR EN PAZ!

Era en vano. Nadie me escuchaba. Escuche el suspiro de la...