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EL CRISTAL DE LA MENTIRA

Según el INEGI México cuenta con 112 millones 322 mil 757 habitantes, los jóvenes representamos la cuarta parte de la población, con una cifra de 29.7 millones. Nadie pude decir que nuestro país no es una nación joven.
Aunque también el INEGI destacó que de las defunciones violentas ocurridas en la población joven, 43.6 por ciento fueron por homicidio y la mayor partede éstas se dan por lesiones con arma de fuego (74.6 por ciento), seguidas por armas punzocortantes (9.9 por ciento) y sofocación (5.5 por ciento). Los ilícitos cometidos por menores crecen más, en general, que los incurridos por mayores de edad.
Pareciera que los valores éticos han sido desplazados y dejados en el rincón del olvido. Ya nadie se acuerda de la amabilidad, del diálogo, latolerancia, la dedicación, la curiosidad, la iniciativa, la disciplina, la organización, la justicia, el respeto, la responsabilidad, la generosidad, la amistad… el amor, etc. Todos estos valores han sido reemplazados por conductas antisociales, mejor conocidas como antivalores.
Mientras el país subsiste por el esfuerzo de unos cuantos, la mayoría de los jóvenes nos encontramos anegados en las drogas,el alcohol, vandalismo y, por si esto no fuera poco, nuevos factores han venido a incrustarse en la mente de cada uno; como el consumismo, capitalismo e individualismo.
Por otra parte vivimos en una economía donde la mercadotecnia ha progresado de informar para cubrir necesidades básicas, a cubrir necesidades de carácter social, de ego, de autorrealización, que permitan mantener, ante lacomplacencia de la sociedad, cierto nivel social. La sociedad del consumismo no está regida por valores morales, sociales o afectivos, sino por la oferta, la demanda de productos y servicios, ganancias excesivas o lucro.
El español Carlos Taibo decía “el crecimiento económico facilita el asentamiento de lo que más de uno ha llamado´ el modo de vida esclavo´ que nos hace pensar que seremos más felicescuantas más horas trabajemos, más dinero gastemos y, sobre todo, más bienes acertemos a consumir”. El consumismo ha cegado nuestro entendimiento, como si la palabra producto fuera un sinónimo de felicidad, pero simulada, convirtiéndonos en consumidores autómatas. Nos hace sentir un deseo de ser y tener cosas. De modo que asociar el acto de consumir con la posibilidad de tener felicidad hace quemillones de personas nos inclinemos a perseguir ese estado abstracto llamado felicidad.
En el ámbito comercial la verdad ha sido sustituida por la hipocresía y se ha establecido de manera general. Este mecanismo nos incentiva frecuentemente como juventud a través de distintas vías. Cuando las empresas se reúnen para brindar productos o servicios en apariencia trascendentales, útiles, que ayuden albien común o a la persona, el resultado suele ser un comunicado en varios volúmenes donde se evita mencionar las falsedades de lo que brindan, preocupándoles solo las ganancias excesivas. Lo que aparece como positivo en la sociedad de consumo, en realidad termina siendo negativo. Las empresas nos hacen creer que consumiendo o comprando productos vamos a acceder a la felicidad. Por ejemplo,Sabritas: “a que no puedes comer solo una”.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) www.sexenio.com.mx/articulo.php?id=18172;
Ídem.
http://pijamasurf.com/2011/09/el-consumismo-te-esclaviza-con-la-promesa-de-ser-feliz/

De modo que alienta a la sociedad a consumir más de su producto, empieza a sembrar en el consumir el deseo mecánico de comprar Sabritas, noscondiciona inconscientemente a seguir gastando.
Bimbo: “con el cariño de siempre” ¿Es que al comprar los productos Bimbo nos hace sentir queridos, amados? O en su defecto ¿Soluciona que los delitos cometidos por menores dejen de tener un alza? Y no podemos hacer de lado a Coca Cola, y sus famosos slogans: “la vida sabe mejor”, “siente el sabor de vivir”, “desde 1886 destapando felicidad”, “destapa...