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Medidas precautelares

En materia de violencia de género ya es lugar común la afirmación de que la Ley 779 es inconstitucional porque, entre otras razones, crea una jurisdicción de excepción, puesel hombre es juzgado por un tribunal especializado, a diferencia de la mujer que por los mismos hechos es juzgada por un juez común.
A mi juicio, si algo hay que analizar a profundidad para valorar la(in) constitucionalidad de la ley 779, no es precisamente la cuestión de la creación de dichos juzgados, entre otras cosas porque –como ya se ha dicho– existen otros ámbitos jurisdiccionales v. gr.,en materia de familia o niñez y adolescencia, que hasta ahora no han sido calificados de inconstitucionales.
Pero es que, además, aunque se admitiera la existencia de una jurisdicción de excepción, talinfracción sería relativa en la medida en que existe un amplio catálogo de delitos contenidos en la Ley 779, cuya competencia objetiva se asigna a los Juzgados Especializados en Violencia, quetambién pueden ser cometidos por mujeres y, en consecuencia, estas podrían igualmente ser juzgadas por el mismo tribunal especial.
Así, por ejemplo, en los delitos de violencia psicológica (art. 11),violencia laboral (art. 15) o en el ejercicio de la función pública (art. 16), omisión de denunciar delitos de acción pública (art. 17) o actos de acoso sexual (art. 18) y, más aún, en los delitos deinducción al suicidio (art. 142 CP), aborto sin consentimiento (art. 144 CP), aborto imprudente (art. 145 CP) o el contagio provocado (art. 156 CP).
En efecto, al estar configurados estos tipos como delitoscomunes, autor de los mismos pueden serlo tanto hombres como mujeres y, en ambos casos, será el Juzgado de Violencia el que deberá resolver la cuestión.
Ahora bien, el reconocer que la afirmación de laexistencia de un fuero atractivo supone un argumento endeble, no implica que no haya otras cuestiones que sí sean más relevantes para el examen de (in) constitucionalidad, como por ejemplo, la...