Medio ambiente y sociedad

“Solamente juntos, hombres y mujeres en situación de igualdad y compañerismo, podemos remontar los obstáculos y la inercia, el silencio y la frustración y asegurar mediante la voluntad política, el pensamiento creativo y las acciones concretas, lograr una transición global de una cultura de la violencia a una cultura de la paz y de armonía”
Declaración de Beijing, IV ConferenciaMundial sobre las Mujeres, UNESCO, 1995

Tras los siglos de historia y civilizaciones capaces de logros técnicos y humanos destacados, que han mejorado la calidad de vida en muchos aspectos, el mantenimiento de la violencia como método fáctico y funcional para la resolución de los conflictos sólo puede entenderlo si pienso que no ha habido una voluntad clara –hecha común de algún modo, comolos proyectos políticos de igualdad social- de erradicarla. Por eso es importante trabajar en la construcción de un proyecto, de esta voluntad. Colaborar a poner en juego y recrear –individual y socialmente- recursos de todo tipo que alimenten la interiorización e institucionalización de cauce no violentos y de diálogo para la gestión de los conflictos.

Pensar desde la perspectiva degénero, supone situarse en un marco de referencia que toma en cuenta la existencia de hombres y mujeres el mundo, tanto las relaciones sociales que se establecen entre unos y otras, como las construcciones simbólicas que se asocian culturalmente a la pertenencia a cada uno de los sexos. Una pertenencia que a lo largo de la historia ha supuesto para las mujeres una situación de discriminación respecto alos valores, sobre la base, en última instancia, de una biología diferente.

Al tratar de analizar los problemas desde la perspectiva de género, se mezclan constantemente dos planos: el de los modelos o arquetipos culturales y el de las mujeres y hombres de carne y hueso. El primer plano arrastra el peso de la historia, de la filosofía, del arte, de la ciencia; de todo el entramado de unatradición que prescribe las vías del triunfo o la adecuación social a través de la conformación de las identidades de hombre y mujer a los arquetipos dominantes. Es este plano cultural resistente, pero en el que se cabe, esa es nuestra esperanza, el dinamismo y el cambio. De ningún modo su ley es inamovible. Si la cultura nos conforma, de un modo que chirría con nuestra libertad y con unaconvivencia en paz y armonía, nosotros podemos desconformarnos actuando sobre ella.

Existen muchas conexiones entre feminismo y ecologismo, que emanan de diversos planos de la teoría y de la práctica: conexiones conceptuales, empíricas, históricas, políticas, simbólico-lingüísticas y psicológicas. La más profundas se establece por el hecho de que ambos, feminismo y ecologismo, comparten en últimotérmino la búsqueda de la eliminación de los sistemas de dominación y explotación como base de interacción entre individuos y grupos –y por extensión también entre los seres humanos y la naturaleza-. Podemos decir que los elementos teóricos desarrollados por el feminismo para la crítica del sistema de dominación masculina pueden ser considerados herramientas de análisis hacia una cultura de paz.En este sentido, el concepto de género, elaborado desde el feminismo, fue útil en su momento para la crítica del determinismo biológico. No obstante, la noción de que el género es el corsé social que se impone sobre un cuerpo sexuado, presupone una materia prima natural en bruto, el sexo, dada de antemano, sobre la que actuaría la socialización para devenir en hombre y mujeres. Estadistinción neta entre naturaleza y cultura ha sido ampliamente criticada. Pues lo natural también se construye. Ahora pensamos que se necesita una mirada recursiva y relacional, un acercamiento menos dicotómico para lograr una mejor comprensión de las relaciones entre naturaleza y cultura.

Al rescatar episodios que conciernen a hombres y mujeres concretos, hemos vistos cómo una mirada...