melilla

Melilla, 11 de noviembre de 2013




Queridísimo amigo Juanjo,
Llevo unos meses deseando escribirte esta carta y al final me he decidido a hacerlo. El pasado mes de agosto volví al pueblodonde nos criamos con el fin de visitar a la familia y a nuestros amigos de siempre. En las fiestas, aparte de recordar con mucho cariño las aventuras y travesuras que vivimos cuando aún éramos unoschavales, vi a tu madre y a tu hermana, y si bien me alegró la idea de volver a verlas tras tantos años alejado de casa, más me entusiasmó y enorgulleció saber que después de tantos años, has llegado arealizar tu sueño de ser teniente del ejército.
Tu madre me contó con la mayor satisfacción y ternura que una madre puede demostrar hacia su hijo, que tras cinco años de estudios en la Academia Militar,has conseguido aquello que te habías propuesto ya hace muchos años, y que, con la misma valentía con la que tu padre décadas atrás tomó su oficio y lo hizo parte de su vida, tú te estás entregando entu labor por mantener la seguridad y garantizar el bienestar del pueblo español.
Sobretodo sentí admiración hacia tu persona, ya que el duró y fatídico golpe de la muerte de tu padre en los camposde batalla de Afganistán que sufristeis tanto tú como tu familia cuando aún eras un niño, te hizo olvidar la idea de ser militar, la idea de cumplir tu sueño. Yo, como tu mejor amigo, sufrí muy cercade ti la pérdida de ese gran hombre, las horas de juego que perdiste a su lado cuando aún teníamos 12 años, la ausencia y el vacío que provocó en tu casa su muerte y lo que este duro episodio de tuvida llegó a alejarte de la profesión que desde que éramos críos deseabas desempeñar.
Unos años más tarde, mi familia y yo tuvimos que marcharnos del pueblo por motivos laborales, y aún sabiendo queconservaría siempre tu amistad, me preocupaba la idea de que olvidases tus principios y tus sueños, y que no fueses capaz de superar la pérdida de tu padre.
Pero al fin has conseguido lo que deseabas....