Memento Mori
La muerte siempre ocurre en los otros. Fabricamos nuestra vida obviando que vamos a morir. Conocemos la caducidad de la vida humana, pero este saber parece no operar cuando se trata de uno mismo. A veces la muerte pasa cerca, demasiado cerca, tanto que somos conscientes de que algún día acudirá también para instalarse en nosotros. Memento mori, recuerda que debes morir. Sin embargo,y paradójicamente, por mucho que pensemos acerca de nuestra propia muerte, tenemos la certeza de que cuando llegue el momento no podremos nombrarla, tal vez ni siquiera sentirla. La muerte que impacta y provoca sufrimiento se posa siempre sobre otro, abriendo camino al cuestionamiento del sujeto sobre su propio fin. Absurdo temer aquello que no provocará ningún dolor, ninguna aflicción, más aúncuando se trata de nuestra única certeza. Ya lo dijo Séneca, «Non mortem timemos sed cogitationem mortis», no tenemos miedo a la muerte, sino al pensamiento de la muerte. Algo sucede ahí fuera, el proyecto que Nerea de Diego presenta en esta exposición, constituye una reflexión sobre una muerte que ocurre, que sucede siempre fuera del sujeto, marcando claramente la línea divisoria, a veces sutil,que separa al yo de ese otro que es no-yo. Es en ese ámbito inicialmente algo confuso, que la artista denomina “ahí fuera”, donde tienen lugar aquellos acontecimientos que el sujeto se niega a asumir como propios. Ese “ahí fuera” aparece poblado por personas, animales, objetos o realidades cuyo único punto en común es su separación del yo, y por tanto, su conversión en lo ajeno. Esta escisión,fundamental en este proyecto desde su título, estaba ya presente en algunos trabajos anteriores de Nerea de Diego. Me refiero, por ejemplo, a Conversaciones interiores, donde el autorretrato centralizaba un discurso que reflexionaba sobre la posición del sujeto con respecto al mundo que le rodea. «Presento los autorretratos en blanco y negro, casi siempre sobre papel, inmóviles, observando a lanaturaleza, o a un objeto. Desde el autorretrato observo situaciones o paisajes, a veces se mueven, otras veces son motivos que parece puedan crecer en todas las direcciones; pero siempre suceden ajenos a mí, sin que nada pueda yo hacer para detenerlos o acelerarlos. No existe una comunicación real entre el sujeto y el objeto.» 1 Esas figuras femeninas que contemplaban el devenir del mundo exterior,estaban inmersas en la búsqueda de un espacio propio, y transmitían cierta sensación de impotencia ante la inmensidad del entorno circundante. Había en ellas un cierto deje romántico que Nerea recupera en Algo sucede ahí fuera. Algunas siguen siendo ella misma, pero ya no es el yo lo más importante, comienzan a aparecer personas desconocidas, seres anónimos que pertenecen al ámbito del “ahí fuera”, aquienes la artista ha decidido prestar atención. Si bien antes importaba solamente lo que ocurría en el interior, ahora el ser humano decide romper su coraza para observar conscientemente el devenir del mundo, interrogándose sobre cuál debe ser su grado de implicación con el mismo.
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Nerea de Diego, comunicación personal.
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Tengo la impresión de que la trayectoria artística de Nereade Diego posee gran coherencia interna. Sus proyectos continúan aquellos anteriores, tratan de otorgarles una suerte de acabado perfecto, recuperan esas muescas que habían quedado sin pulir, vuelven a abordar algunas esquinas del discurso que, por alguna razón, no habían sido suficientemente exprimidas. Así, si Algo sucede ahí fuera era la continuación de Conversaciones interiores, éste lo era asu vez de Reinvenciones: nadie se conoce a sí mismo, donde la artista se encontraba tan ensimismada en la exploración de sus otros-yo que ni siquiera osaba abrir una rendija para visualizar qué estaba ocurriendo al otro lado. Estas interrelaciones convierten su obra es una especie de tela de araña, un trabajo en red en el que las imágenes adquieren nuevas connotaciones al ser contempladas de...
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