Memoria passionis

Reseña del libro Memoria passionis
Autor: Johann Baptist Metz
Edició: Sal terrae, Santander 2007

RESUMEN
La obra de Metz Memoria passionis es un toque de atención contra la amnesia
en la que vive sumergida nuestra sociedad actual, la era tecnológica. Según
Metz el sufrimiento queda velado, es algo que es preferible no ver.
Memoria passionis como sufrimiento en razón de Dios se desarrollacomo la
cuestión de Dios frente a los sufrimientos del mundo.
El núcleo de la nueva teología política, el problema de la teodicea o como se
debe hablar de Dios teniendo en cuenta la historia del sufrimiento del mundo, de
los seres humanos.
El punto central del libro de donde parte Metz para abordar el tema es
Auschwitz, donde estaba Dios en Auschwitz? donde estaba el ser humano enAuschwitz?
Como podemos compaginar un mundo roto por el sufrimiento con la existencia
de dioses buenos y omnipotentes, del Dios de la religión.
Dios crea el mundo, un mundo que tendría que haber sido perfecto surgido de
un Dios perfecto, porque entonces es posible tanta imperfección, de donde sale
y por tanto de donde sale el mal?.
En este punto Metz nos habla de la doctrina de San Agustin, sutratado sobre la
libertad De libero arbitrio, donde San Agustin dice que el mal y el sufrimiento en
el mundo es responsabilidad de la humanidad y por tanto Dios queda excluido
del problema de la teodicea, Dios creó al hombre libre.
Como catástrofe teológica-política, Auschwitz no deja indemne ni al cristianismo
y su teología, ni a la sociedad y su política. Es que existe un Dios al que se
puedaadorar dando la espalda a semejante catástrofe?
Para Metz, Auschwitz denota un horror por el que no ha encontrado palabras y
ha echado por los suelos cualquier seguridad metafísica del discurso cristiano
sobre Dios.
Se habla, dice Metz, de un Dios que sufre, que comparte nuestro sufrimiento,
pero no es esto una excusa para encubrir al Dios omnipotente, todo poderoso,
ya que si fuese así, unDios que lo puede todo como podría permitir tanto mal en
el mundo. Un Dios que sufre sería un Dios que no es Dios. Entonces, para Metz,
un discurso sobre el Dios que sufre puede quitarle importancia al sufrimiento
humano.
Como dice E. Wiesel, en Auschwitz no murió sólo el pueblo judío, sino el
cristianismo, porque después de semejante catástrofe pueden los cristianos
seguir rezando.
Lo queocurrió en la Shoah exige Metz, la revisión crítica de la historia de la

 

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teología cristiana, revisar sus raíces y la relación originaria entre judíos y
cristianos, Cristo no fue cristiano sino judío. Esta revisión por tanto debe incluir la
radical importancia de Israel para el cristianismo.
Para analizar la situación después de Auschwitz hay que interrogar la historia de
lateología. El cristianismo sustituyó, excluyó a Israel y se elevó como el nuevo
Israel, el verdadero pueblo de Dios de la mano del espíritu griego. Metz denuncia
el cristianismo que dio la espalda a los judíos en Auschwitz, la soledad en que
los dejamos, a manos del sufrimiento y una muerte segura, significa esto una
lección definitiva para cualquier antisemitismo? el cual acompaña a lateología
cristiana como permanente tentación. La memoria de Auschwitz debería haber
transformado nuestro ser cristiano, matiza Metz.
Dios ha muerto! profetizó Nietzsche y parece que el tiempo le ha dado la razón,
hay un agotamiento moral y este clima se asoma en cualquier ámbito de
nuestras vidas, una moral cambiante, una moral de una mayoría satisfecha que
apenas se preocupa de las minoríasinsatisfechas, del sufrimiento de los otros.
Puede que el ser humano no sólo haya perdido a Dios, sino que se esté
perdiendo a él mismo bajo el hechizo de la amnesia cultural.
No hay vida sin memoria, no hay ser humano, que pasa si olvidamos? la
memoria es toda la vida, decía Buñuel. Cuando no se da el recuerdo se
desmantela la historia, acontece la muerte del ser humano, sin rememoración el...