Memoria Y Futuro Por: William Ospina
Toda enseñanza es un diálogo de la memoria con la creatividad: transmite saberes de la tradición y se abrea la aventura de crear nuevas formas y procedimientos. Es importante pensar en un aprendizaje que vaya más allá del adiestramiento y de la formación de operarios: que transmita técnicas y destrezaspero a la vez nos permita alcanzar una conciencia nueva de nosotros y de nuestro mundo, como individuos y como ciudadanos, que se convierta sin violencia en una reconstrucción de la comunidad.
Uno delos principales problemas de nuestro país es la falta de un saber vinculado a la tierra y a la memoria. Basta ver la antigua red de canales de los zenúes para recordar la admirable ingenieríahidráulica que abandonamos por prejuicios; un sistema que resolvía problemas de irrigación de suelos, nutrición de las terrazas de cultivo, manejo del régimen de las inundaciones y provisión de productosagrícolas para la sociedad.
Si algo valdría la pena emprender hoy, ante la admiración del mundo, sería la reinvención de ese sistema de riego y de cultivo, quinientas mil hectáreas de sabiduría en elmanejo de los recursos en la mayor provincia del agua, donde se juntan los dos grandes caudales que corren hacia el norte, a donde fluye el agua que destilan nuestros climas, alterada y enrarecida hoy pornuestra manera de vivir.
Como en un organismo, basta hacer un examen de las aguas que confluyen allí para saber de qué estamos enfermos: qué efectos obran sobre la vida de los ríos y la salud de loshabitantes los desechos de millones de hogares, comercios y fábricas, que se vierten al agua desde el Cauca, cruzando el Valle y Antioquia, y desde el Huila, cruzando el Tolima, Caldas, Boyacá,Antioquia, Santander y Bolívar. Ya va siendo hora de aprender a curar a la tierra con el mismo cuidado y diligencia con que curamos nuestros cuerpos.
El país está lleno de sitios de la memoria que...
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