memoria
La O.I.T. ha elaborado una serie de directrices tendientes a señalar a los diferentes países asociados cuales son las vías y mecanismos de acción más adecuados respecto a este tema.En nuestro país se ha ido tomando conciencia de la gravedad de esta epidemia, y de sus graves efectos sociales. La ley 19.779, vigente desde el año 2001, busca precaver la exclusión arbitraria de aquellas personas infectadas por el VIH, particularmente en el ámbito laboral.
Un gran número de enfermos de SIDA se encuentra entre los 20 y los 49 años, que coinciden con el de mayor productividadeconómica de las personas, siendo en la mayoría de los casos estos enfermos además jefes de hogar.
Aunque, en la actualidad, se aprecia un aumento en la incorporación de los enfermos con SIDA al mundo laboral, hay que señalar que en la mayoría de los casos lo hacen realizando sus funciones de manera precaria, ya que un alto porcentaje (43,3% el 2003) lo hace sin contar con un contrato de trabajo1. Asímismo, muchos trabajadores afectados con el VIH, ante las malas experiencias de rechazo, optan por desempeñar trabajos independientes.
En Chile la Ley Nº 19.779, de 2001, en su artículo 7 señala “No podrá condicionarse la contratación de trabajadores, tanto en el sector público como privado, ni la permanencia o renovación de sus empleos, ni su promoción, a los resultados del examen destinado adetectar la presencia del virus de inmunodeficiencia humana, como tampoco exigir para dichos fines la realización del mencionado examen”, estableciendo que el test de E.L.I.S.A.2, u otro que aparezca posteriormente para determinar la existencia del VIH en una persona, no puede ser esgrimido como factor para alterar el Derecho de las personas infectadas con el mal a desarrollar una ocupaciónlaboral lícita, en la medida que sus condiciones.
Esta norma se encuentra reafirmada por lo dispuesto en el artículo 5 de la ley, que establece que el examen para detectar el virus del VIH será siempre confidencial y voluntario para quien se lo realiza, debiendo constar por escrito el consentimiento del interesado o de su representante legal.
Al postular a un empleo, el principio de no discriminaciónimplica que tratándose de aquellos postulantes infectados con el VIH, deberán ser tratados como cualquier otro trabajador, aunque se deberá distinguir entre aquellos enfermos asintomáticos y los que ya han desarrollado el SIDA. Puesto que la presencia del VIH en su organismo no tiene ninguna otra significancia para su desempeño laboral, deben de ser tratados como cualquier otro trabajador sano.Pero, los que ya han desarrollado el SIDA, por las consecuencias físicas que ello acarrea producto de las enfermedades asociadas a que éste da lugar, deberán ser tratados como cualquier otro trabajador enfermo3, En este caso el empleador podrá prescindir de la contratación de una persona sin con ello infringir el artículo 7º de la ley 19.779, por cuanto el fundamento para ello no será propiamentela seropositividad, sino la incompatibilidad física para desempeñar la función, como ocurriría con cualquier trabajador enfermo.
Si bien la ley prohíbe la exigencia del examen del VIH como requisito para postular a un trabajo, investigaciones realizadas por Vivo Positivo, entre los años 2000 y 2005, señalan que esta práctica aún se lleva a cabo.
Por expresa disposición de la ley quedanexcluidas de las normas anteriormente, referidas al período de pre-contratación tanto en el sector público como privado, quienes pretendan ingresar a alguna de las instituciones de las Fuerzas Armadas y de Orden, esto es, aquellos regidos por el D.F.L. N° 1, de 1997, del Ministerio de Defensa Nacional, por el D.F.L. N° 2, de 1968, del Ministerio del Interior, cuyo texto refundido, coordinado y...
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