Memorias de un niño campesino

La escena transcurre en la Galicia de los años cuarenta. Balbino, chico de condición humilde, cuenta en un cuaderno la historia de su vida.
Dizque se pasan nueve días sin ver tierra. Sólo agua, día y noche.
El abuelo, que es de poco hablar, estaba sentado cerca del fuego y se dio vuelta para decirme:
─Atiende, niño. Quiero que metas en la cabeza lo que te voy a decir. Lo aprendí cuandotenía tu edad:
A la América van los hombres,
a la América por ganar.
Y la América aquí la tienen
los que quieren trabajar.
Callé. Harto estoy ya de que me digan que soy pequeño para entender ciertas cosas. Tal vez eso de ir o no ir para América fuese un asunto de gente mayor. Hay que crecer. Me aparté de la conversación. Comencé a escarbar[^1] con la navaja en un trozo de melón queencontré debajo de la artesa[^2]. Mi padre y el abuelo siguieron charlando.
─Yo hablo de esa manera con el rapaz, pero tengo para mi que América es otra cosa ─dijo mi padre─. Hay otras posibilidades. Puede uno llegar a rico si tiene cabeza y si sabe ahorrar un peso. Es que ponen tantos impedimentos para irse, que si no...
─Tú no sabes lo que dices ─atajó[^3] el abuelo─. En América no haymejores ventajas de la que tenemos aquí. Te lo digo yo, que estuve bastantes años rodando por aquellas tierras, América es una trampa tendida ante nosotros. Los que caen en ella no avisan a quienes llegan detrás. Primero se pierden las costumbres, modos de vida del país de origen. Se pierde la alegría. Terminando, la mayoría de las veces, por perderlo todo... Es como cuando se arranca un árbol y sedeja con las raíces desnudas, sin tierra.
Mi padre habló de los que regresan con dinero y se lucen aquí comprando casas y de cuanto hay. Y el abuelo les respondió que muchos más son los que no pueden volver y que para morir pobre más valía cerrar los ojos en el lugar donde uno nació. Contó que algunos mueven a risa cuando aparecen, con su hablar, la cadenita de oro alrededor de la panza y unautomóvil que intentan meter por los caminos del agro[^4]. ¡Sale con cada argumento el abuelo! Cuando papá le opuso no sé qué de los que eran más trabajadores, se irritó de veras:
─Allí todos trabajan más de la cuenta ─dijo─. Puede haber algún holgazán, pero una abeja sola no hace enjambre. Los holgazanes no se van. Saben que en ninguna parte llueven panes y, por si acaso, prefieren holgar en laaldea. Lo que trabajan de más los emigrantes ayuda a medrar a sus explotadores y los embrutece a ellos, que creen haber llegado al mundo para tirar día y noche del yugo[^5]. Como dice el refrán: « Ni poco que pare, ni arre que huya[^6] ». Aquí escuchaban el bombo[^7] en cualquier campo de fiesta y dejaban todo para ir a divertirse, y allá trabajan seguido, día y noche, sin saber muchas veces nicuándo termina la semana. Yo lo pasé. Con igual esfuerzo hubiesen estado mejor en su propia tierra. Vivirían en lo suyo, sin echarse a perder.
Xosé Neira Vilas Memorias de un niño campesino (Buenos Aires, 1961)
título original, en gallego : Memorias dun neno labrego
problemática : la emigración a América, y más precisamente la emigración gallega a América
visiones de la emigración en unmedio ambiente gallego, rural, humilde
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la emigración como parte integrante de la vida rural gallega {text:list-item} autobio ? (« yo », « memorias », ubicación en su tierra natal, etc.)
escribe en un cuaderno : deja un testimonio
mezcla presente y pasado : el presente del que escribe, el pasado del personaje > da verosimilitud al relato
Elnarrador queda « excluido » de la conversación, por su juventud ; pero se excluye él mismo « callé » « harto estoy ya de que me digan que soy pequeño para entender ciertas cosas » « me aparté de la conversación »
Aqui el punto de vista externo e « ingenuo » del niño narrador permite cierta objetividad interesante, sin juicio ; no se toma partido por uno o por otro ; como el que se aparta de la...