Memorias del oratorio de san francisco de sales
DEL ORATORIO
DE SAN FRANCISCO
DE SALES
POR SAN JUAN BOSCO
La introducción
Se refiere en ella a su hogar, a la muerte de su padre (1817), a su naciente inquietud por el estudio y a la primera reacción negativa de Antonio, hijo del primer matrimonio de Francisco Luis Bosco con Margarita Cagliero, ante las posibilidades que parallevarla a cabo se le presentan; al “sueño” comenzado hacia sus 9 años de edad; a las actitudes comprensivas y valientes de su madre, Margarita Occhiena; ante las duras situaciones económicas en que queda la familia y ante sus aspiraciones personales.
Don Bosco empieza a hacer notar, desde este prólogo, la acción providencial de Dios en su vida.
En las décadas subsiguientes hace ver cómo susacerdocio para los jóvenes y el proyecto oratoriano realizado a partir de 1841 en Turín, responden al contenido germinal de ese sueño, que por aquel entonces él no alcanza todavía a descifrar, pero que irá luego con los años entendiendo como un preanuncio de su vocación en la Iglesia,
Memorias para el Oratorio para la Congregación Salesiana
[1] Muchas veces me pidieron pusiera porescrito mis memorias sobre el Oratorio de San Francisco de Sales y, aunque no podía negarme a hacerlo dada la autoridad de quien me lo aconsejaba, sin embargo, no me resolvía a hacerlo por tener que referirme continuamente a mí mismo. Sin embargo, ahora se agrega la orden de una persona de suma autoridad por lo que me es imposible demorar por más tiempo el asunto. Así que me he decidido a exponerdetalles confidenciales que pueden echar luz o ser de alguna utilidad para el bien de esa institución que la divina Providencia se dignó confiar a la Sociedad de S. Francisco de Sales. 12
Quede claro que escribo únicamente para mis queridísimos hijos salesianos, con la prohibición de darlas a la publicidad sea antes, como después de mi muerte.13
¿Para qué servirá, pues, este trabajo? Sin dudapara que, aprendiendo las lecciones del pasado, se superen las dificultades futuras; para dar a conocer cómo Dios condujo todas las cosas en cada momento; y también servirá de ameno entretenimiento para mis hijos cuando se enteren de las andanzas en que anduvo metido su padre, cosa que ciertamente harán con mayor complacencia cuando, llamado por Dios a rendir cuenta de mis actos, yo no esté yavisiblemente entre ellos.
Ahora bien, si encuentran que algunos hechos están relatados con demasiada complacencia y quizá con aparente vanidad, les pido que sean comprensivos conmigo, ya que se trata sencillamente de los recuerdos de un padre que se deleita contándolos a sus queridos hijos, mientras éstos, a su vez, se han de gozar al conocer las pequeñas aventuras de quien tanto los ha amado y dequien en todas las circunstancias, pequeñas o grandes, siempre quiso hacerles el mayor bien, sea en lo espiritual como en lo temporal.
He organizado estas memorias en décadas, o períodos de diez años, porque en cada una de ellas, nuestra obra tuvo algún notable y significativo desarrollo. Hijos míos, cuando lean estas Memorias después de mi muerte, acuérdense que tuvieron un padre cariñoso queantes de morir quiso dejárselas en prueba de su afecto; y entonces, no dejen de rogar a Dios por mi eterno descanso.
[2] Los primeros diez años de mi infancia - muerte del padre - penurias familiares - la madre viuda.
Nací en Murialdo, poblado de Castelnuevo de Asti, el día consagrado a la Asunción de María al Cielo del año 1815. 14 Mi madre se llamaba Margarita Occhiena, era natural deCapriglio. El nombre de mi padre fue Francisco. Eran campesinos que se ganaban sobria y honradamente el pan de cada día. Mi buen padre casi únicamente con sus sudores nos sostenía a la abuelita, septuagenaria y ya aflijida por varios achaques, y a tres niños, el mayor de los cuales era Antonio, hijo del primer matrimonio; José era el segundo, y Juan, el más pequeño, que era yo.15 Además, sostenía a...
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