Memorias Para El Futuro 10: Volver A Pichon Rivière
Volver a Pichon Rivière
Alejandro Vainer
Publicado en Clepios, una revista para residentes de Salud Mental, Nº22, diciembre 2000.
Una y otra vez lo mismo.Cada vez que concurro a Congresos, Jornadas y otras actividades supuestamente científicas la misma escena. Los horarios se estiran. Las ponencias no tienen límite alguno. Los monólogos abundan. No quedatiempo para las preguntas y finalmente hay poco intercambio. A lo sumo hay ciertas alabanzas y agradecimientos del caso. Como los horarios van bien apretados los de la mesa siguiente ganan el espacioa veces por desalojo a los empujones. Pero nada nuevo traen. Otra vez se repite la misma situación.
Esto me recuerda situaciones cuando era residente. El típico caso del Ateneo Clínico. Empiezatarde. El ambiente está tenso. Hay pocas preguntas y menos discusión. De vez en cuando algún cruce que termina en una explosión. Se argumenta que no se puede discutir porque se piensa diferente (¿quiénpuede polemizar con alguien que piense igual?).
Estas dos actividades tienen algunas diferencias.
En la primera situación hay un coordinador de la actividad explícito. Juro que figura en el programa.Haciendo un breve análisis de quiénes son “los figurones” llego a la conclusión que el cargo otorgado es más honorífico que operativo. Merece estar allí, pero no hace nada de lo que implica coordinar.Deja que los participantes hagan y deshagan en el mejor de los casos. En los peores, se apropia del micrófono y toma la actividad por asalto, dejando a público y oradores atados de pies y manos.
Enla segunda, la del Ateneo, no hay coordinador explícito. Implícitamente los jefes de residentes son quienes debieran garantizar la actividad. Pero la mayoría de las veces no se reconocen comocoordinadores del Ateneo. Así el grupo queda librado a su propia dinámica, que es como dejar un barco a la deriva. Se puede llegar a muchos lugares, aunque no siempre sean los deseados.
¿Cuáles son las...
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