Menemismo
La semana pasada escribí aquí que el peronismo no existe porque decir peronismo puede definir propuestas políticas tan diversas que no define ninguna. Y que deberíamos dejar de hacerles el favor de llamarlos por ese nombre que usan para hacernos creer que tienen una identidad común y definida. En la semana me mandaron cientos de mensajes: ayer me pasé un buen rato –un rato largo–leyéndolos. Por una vez, había muchos que no opinaban sobre el estado de mis genitales o de mi cerebelo; el ¿peronismo? tiene, todavía, el poder de ponernos a pensar –o, por lo menos, a escribir.
Algunos, como el puteador clandestino Aguante John William Cooke, me reprochan que “cuestione a aquel peronismo del 46 al 55”, que hizo tal y cual. Ése fue su primer truco: el peronismo aprendió rápido avivir de la renta de esos años originales porque estuvo, después, mucho tiempo proscripto. “Quizá no fuimos buenos, pero los que vinieron después nos hicieron mejores”, solía decir el general Perón para definir esa avivada. Pero ahora, cuando llevan 20 años de gobierno nacional casi continuo –y más en muchas provincias–, ya no tienen derecho a remitirse a esa edad de oro, ese pasado supuestamenteglorioso que los legitima: prescribió. O si no, de la misma manera, deberíamos seguir pensando que el ejército argentino actual es el sargento Cabral en San Lorenzo.
Otros mandan propuestas. Cesáreo dice que “podríamos crear una palabra que signifique la negación del peronismo”. Lo curioso es que esa palabra es peronismo: otro de sus trucos. Si algo les permitió sobrevivir todos estos años fue–además de la acumulación salvaje de poder– ese mecanismo que consiste en convencernos de que el verdadero peronismo siempre es otro: nunca el que gobierna. Yo lo llamo el Efecto Ave Félix: desde los años setenta, por lo menos, el peronismo lo aplica con gran fenicidad para renacer de sus celizas. Funciona así: cada vez que un peronismo triunfa hace, desde el poder, cosas muy distintas de las queprometía desde el llano. Entonces aparece, en el llano, un nuevo peronismo que promete hacer cosas muy distintas y se presenta como el verdadero peronismo. Hasta que llega al poder y empieza a hacer cosas muy distintas de las que prometía desde el llano. Entonces aparece, en el llano, un nuevo peronismo que promete hacer cosas muy distintas y se presenta como el verdadero peronismo. Hasta quellega al poder y empieza a hacer cosas muy distintas de las que prometía desde el llano. Entonces aparece, en el llano, un nuevo peronismo que. El resultado es extraordinario: siempre hay un peronismo dispuesto a reemplazar al gobernante, que –te explican– se maleó. Siempre hay un peronismo dispuesto a ejercer el poder que el gobernante gastó. Siempre hay un peronismo dispuesto a enfrentarse con elgobernante –para que la silla de opositor no quede libre. Pregúntenle, si no, en estos días, a Duhalde o a Rodríguez, que acusan a los K de no ser verdaderos peronistas.
La discusión siguió. Algunos, como Leonardo Martínez Verdier –por fin un nombre–, dicen que algo sí define al peronismo a través de los tiempos: “El leitmotiv del peronismo es la justicia social, de la que deviene sudenominación ‘justicialismo’”. La justicia social es plastilina. La idea de justicia –social y no social– varía con los momentos y las circunstancias. ¿Qué quiere decir justicia social? ¿Que los trabajadores se lleven la mitad del PBI y los patrones la otra mitad, cuando los trabajadores son diez millones y los patrones diez mil? ¿Que todos tengamos derecho a no morirnos de enfermedades tratables? ¿Que nohaya explotadores ni explotados? ¿Que los pobres se jubilen y puedan seguir siendo pobres pero jubilados? ¿Que no haya propiedad privada porque la propiedad es el robo? ¿Que un gobierno fuerte nos proteja de los temibles delincuentes? ¿Que no haya gobierno porque todo gobierno es corrupción? ¿Que les den 150 pesos a los que no comen? Depende: la justicia es una convención ideológica. Lo que para...
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