Menosesmaseando

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Cuando decidí inscribirme en el taller de teatro, tenía la misma idea que la mayoría de personas tiene del teatro. Pensaba en aquellos tan ornamentados espectáculos de Broadway, ensus pomposos montajes, con todos sus deslumbrantes vestuarios, sonidos, luces y demás. Pensaba que no podría haber teatro sin gran escenario. Pensaba que un buen teatro era aquel que tenía“espectacularidad”. Pensaba que una buena historia era la que te dejaba un mensaje bien claro y explícito. No sabía que estaba a punto de descubrir que más equivocado no podía estar con respecto al teatro.Confieso haberme sentido desilusionado en las primeras clases del taller. Confieso que el taller no resultó ser lo que yo esperaba que sea. Estaba desesperado por empezar a “actuar”, quería dejarme deejercicios que consideraba tontos. Reconozco que no entendí los ejercicios iniciales como el debido entrenamiento previo que se necesita para cualquier disciplina.

Pero, decidí dejar de pensar como biendecía el profesor. Decidí traer abajo todas mis expectativas sobre el taller. Decidí simplemente abrirme a la experiencia y tomarme el proceso lo más en serio que pude. Y es entonces que lo buenocomenzó.

Primero empecé a reformularme lo importante en el teatro. Y empecé a identificar cada gesto, cada movimiento, cada palabra como importante en el teatro. Identifiqué que cada escena tiene una cargapropia que conlleva a cierto tipo de energía. Cada tipo de energía tiene sus propios movimientos que te transportan a los mundos de las burbujas, el lodo, las piedras y la corriente. Cada movimientocuenta. No se deben hacer ni más ni menos que los indicados. Esto lo noté con más claridad en el ejercicio de la escoba. En la cual, el agitar la escoba de tal o cual manera te abría un abanico deposibilidades en las que la escoba dejaba de estar limitada a ser escoba. El límite de la escoba ahora se hallaba en nuestra imaginación

Encontré al actor como alguien que es capaz de reproducir lo...