Mensaje Del Santo Padre Benedicto Xvi Para La Cuaresma 2012
La cuaresma nos da la oportunidad de reflexionar sobre el corazón de la vida cristiana: la caridad. Este es un tiempo propicio para que,con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de una guía marcada por la oración y el compartir, por el silencio yel ayuno, en espera de vivir la alegría pascual.
Es importante conocer las tres virtudes teologales que nos permiten acoger a Cristo: se trata de acercarse al señor con corazón sincero y llenos defe, de mantenernos firmes en la esperanza que profesamos, con una atención constante para realizar junto con los hermanos la caridad y las buenas obras.
1. Fijémonos: La responsabilidad para con elhermano.
Invita a fijar la mirada en el otro, antes todo en Jesús, y a estar atentos los unos a los otros, a no mostrarse extraños, indiferentes a la suerte de los hermanos.
Si cultivamos la miradade fraternidad, la solidaridad, la justicia, así como la misericordia y la compasión, brotaran naturalmente de nuestro corazón.
La atención al otro conlleva desear el bien para él/ ella en todos losaspectos físicos, moral y espiritual. El bien es lo que suscita, protege y promueve la vida, la fraternidad y la comunión. La responsabilidad para con el prójimo significa, por lo tanto, quererse yhacer el bien del otro, deseando que también él se abra a la lógica del bien.
“Interesarse por el hermano significa abrir los ojos a sus necesidades”.
El fijarse en el hermano comprende además lasolicitud por su bien espiritual. Hoy somos generalmente muy sensibles al aspecto del cuidado y la caridad en relación al bien físico y material de los demás, pero callamos casi por completo respecto ala responsabilidad espiritual para con los hermanos.
Lo que mueve a la represión cristiana es siempre el amor y la misericordia, y brota de la verdadera solicitud por el bien del hermano.
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