Mente sumisa
Si planteo estas preguntas, es porque en asuntos aparentemente tan diversos, comoson la política, la justicia y la religión, en el fondo nos encontramos siempre con lo mismo: la mentalidad sumisa a un ideario, ya sea político, jurídico o religioso. Sumisión a un ideario que responde a intereses ocultos y quizá inconfesables. Pero, sobre todo, sumisión sin condiciones porque sabemos por experiencia que la sumisión nos da seguridad. Y bien sabemos que la satisfacción de nuestrosintereses y la seguridad en nuestra posición, esas dos cosas, tienen más fuerza para determinar nuestra conducta, que los ideales éticos por más elementales o más sublimes que sean.
Por eso en la sociedad, tal como está montada, triunfan los sumisos, es decir, los que se identifican con el modelo político, jurídico y religioso que comúnmente se acepta como “el que tiene que ser”. De ahí, lopeligrosa que es la mentalidad sumisa. Primero, porque esta mentalidad es el pilar básico sobre el que se sostiene este sistema de corrupción en que vivimos y del que continuamente nos quejamos. Segundo, porque la mentalidad sumisa se lleva puesta sin que nos demos cuenta de que, pensando que somos libres y hacemos lo que queremos, en realidad somos más sumisos de lo que nos imaginamos. Tercero,porque los más sumisos son los más aptos para la represión. Como muy bien se ha dicho, los atenienses sólo empleaban a esclavos en la policía. Quien practica la represión como oficio tiene que ser él mismo un represor ejemplar Esta es la causa profunda de que la obediencia ciega y los ejercicios absurdos de instrucción desempeñen un papel tan importante en el ejército y en la policía de losregímenes represivos. Entre los vigilantes más fieles y seguros de los campos de concentración nazis estaban los propios prisioneros.
Vivimos en un sistema en el que los más sumisos son los más eficaces. Seguramente, donde esto se ve más claro es en el funcionamiento interno de los partidos políticos. Ahí, el que no es fiel al principio básico de la “obediencia debida” no dura mucho. Y, por supuesto, elque no es fiel al partido, no podrá medrar en él. Lo cual quiere decir que nuestro sedicente sistema de libertades, es en realidad un sistema de sumisión y, en asuntos de enorme importancia (y de los que no nos enteramos), un sistema auténticamente represivo. Pero, ¡atención!, represivo en lo que interesa a los represores, al tiempo que permisivo para los corruptos. Y es verdad que hay mucha genteque, ante semejante disparate, se lleva las manos a la cabeza. Es verdad que los medios nos informan de ese tipo de cosas y las critican. Pero el hecho es que esas cosas se siguen haciendo. Por la sencilla razón de que el sistema las tolera y está gestionado de forma que las hace posibles. Además – y esto es lo peor – el sistema sigue funcionando. Señal inequívoca de que la corrupción está en...
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