mente
Dios nos llama a ser vigilantes y cuidar de nuestras mentes en todo momento. Si no lo hacemos, los valores y los propósitos mundanos se introducirán sutilmente einfluenciarán nuestra manera de pensar. Cada vez que nos permitimos ser conformados al mundo, el enemigo consigue un punto de apoyo en nuestras mentes. Y cuanto más nos sometemos a esos pensamientos,más fuerte se vuelve su control.
Tenemos que elegir sabiamente qué pensamientos aceptaremos, y cuáles rechazaremos. No basta resistir las mentiras del enemigo; debemos también, y de maneradeliberada, llenar nuestra mente con la verdad de la Palabra de Dios. Jesús usó esta técnica cuando Satanás lo tentó en el desierto (Mt 4.1-11). Respondió cada reto con las Sagradas Escrituras, diciendo:“Escrito está…” Cuando tenemos un versículo listo en nuestros labios que refute una mentira de Satanás, tenemos la munición espiritual más poderosa posible.
Tal vez usted siente como si estuviera en unacuerda de un tira y afloja entre Dios y el pecado, siendo halado todo el tiempo en dos direcciones opuestas. No se castigue cuando fracase. Más bien, confiese su falta y arrepiéntase lo másrápidamente posible (1 Jn 1.9). En esos momentos, recuerde que usted está involucrado en un largo proceso, y que no tiene el poder de renovar su propia mente. Esforzarse más y hacer promesas a Dios solo ledesanimará, porque con sus propias fuerzas nunca será capaz de cambiar. La transformación verdadera es obra del Espíritu Santo, y eso toma tiempo. Por tanto, sométase a la dirección de Él, preste atencióna sus advertencias, y obedezca su voz.
Comience hoy.
Como creyentes, podemos esperar que este proceso de transformación continuará hasta llegar el cielo; sin embargo, lo importante es quecomencemos hoy. Así como su batalla se inició al ceder a la tentación, también su camino a la victoria puede comenzar con un acto de sometimiento a Dios. Por el poder del Espíritu Santo, comience a decir...
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