Mercado Agrícola, Liberalización y Acuerdos Comerciales

Mercado Agrícola, Liberalización y Acuerdos Comerciales*

Cristián Candia Rodríguez**

Introducción

Durante los últimos veinte años, el sector agrícola ha sido objeto de fuertes y profundas transformaciones en América Latina. En ello la mayoría de las investigaciones de Organizaciones académicas y de Naciones Unidas concuerdan en que ha existido un sesgo anti-agrícola en el estilo dedesarrollo en la región y que en ello han incidido (al menos) tres elementos sustantivos. Estos son: los conocidos Programas de Ajuste Estructural (PAE) impuesto a los gobiernos de la región por parte del Fondo Monetario internacional (FMI), luego de la “llamada crisis de la deuda” de los años ochenta, los acuerdos sobre agricultura derivados de la ronda de Uruguay del GATT y administrado por la actualOrganización Mundial del Comercio (OMC), y las políticas agrarias implementadas por las naciones desarrolladas, en particular los Estados Unidos y la Unión Europea.

La nueva etapa que se inaugurará luego de las negociaciones de los llamados Acuerdos de Libre Comercio (ALCs) (y eventualmente del ALCA) podría en algunos casos tender a agravar la situación de la soberanía y seguridad alimentariade los consumidores de América Latina y el Caribe (la que ya se encuentra en una situación crítica). Es por ello que creemos que los debates en cuanto a las limitaciones y desafíos que imponen las negociaciones comerciales deberían ser promovidos y extendidos a toda la comunidad con el objeto de democratizar los procesos de negociaciones comerciales, los que sin ninguna duda impactarán sobre cadauno de los ciudadanos de los países de América Latina.

Ello resulta de una particular importancia, por que a pesar de la percepción respecto del mundo rural y de la población agrícola como un fenómeno decreciente en América Latina, un reciente estudio del Banco Mundial planteó como conclusión que el 42% de los habitantes de América Latina serían población rural , derivado de ello recomiendaponer más atención a la hora del diseño de políticas públicas señalando que estas en relación con la América Latina rural son incorrectas . Este hecho resulta sorprendente, ya que durante un largo periodo de tiempo, esta misma institución promovió la aplicación de políticas públicas en el sentido que ahora aparece mencionado como “incorrecto”. Lo que demuestra la incapacidad de las institucionesfinancieras internacionales para monitorear en el corto plazo los efectos de sus políticas sobre los países en desarrollo.

Por otra parte, y reflejando la relevancia del sector agrícola para la región, el mismo informe señala que “un aumento de un 1% en el tamaño del sector agrícola primario en un país promedio de América Latina y el Caribe contribuiría con un aumento de 0,12% al crecimientonacional si la proporción del sector en el PIB es de 12% ”.

Lo mencionado en las líneas anteriores, debería motivarnos a una profunda reflexión y debate respecto del estilo de desarrollo al cual apuestan nuestros gobiernos. Toda vez que la mayoría de los habitantes más pobres de la región viven en el campo y eventualmente la suscripción de acuerdos comerciales como el TLC Andino podría limitar lacapacidad de los legisladores para generar políticas públicas a favor de los productores agrícolas nacionales y sobre la población rural, que a todas luces es una de las más vulnerables en la región.

Las Reformas impulsadas por el FMI y el BM

Estas reformas, -llamadas también políticas de estabilización-, impactaron severamente a las instituciones públicas nacionales encargadas de promover eldesarrollo agrícola (por la vía de entrega de subsidios a la producción o por la investigación para la aplicación de nuevas tecnologías). Debido a la restricción presupuestaria a que se vieron afectadas estas instituciones y a la redefinición del rol del Estado en materia de intervención en la economía. Aunque se redefinieron sus funciones acorde a las nuevas “reglas del juego”, la precariedad...