Mercado de trabajo argentino

El mercado de trabajo en Argentina en la transición secular. Cada vez menos y peores empleos 1
Javier Lindenboim2

Introducción:
Parece obvio señalar que en la sociedad argentina se han producido profundos cambios económicos, sociales y culturales en el último cuarto del siglo XX. Y que estos cambios han sido de mucha mayor intensidad en la década pasada. De todos ellos, los verificados en elmercado de trabajo urbano constituyen una síntesis de los resultantes de las políticas económicas aplicadas y, al mismo tiempo, un factor negativo en la superación de las circunstancias adversas por las que atravesamos. En este breve texto, se propone una mirada focalizada en dicho mercado a través de un recorrido por algunos conceptos básicos (secciones 1 y 2), por ciertos elementos que dancuenta del comportamiento de sus variables principales (sección 3) y, finalmente, en la sección 5, se propone una visión más articulada entre la política económica, el mercado laboral y la consecución de metas de desarrollo. El objetivo principal es el de mostrar cuáles han sido los comportamientos en materia de la dinámica de la población, el empleo y el producto, el impacto de los diversos factoresdeterminantes de la oferta y la demanda laborales, la crisis en el mercado de trabajo en los noventa. Todo ello en relación con las políticas globales y la evolución del ciclo económico, en el marco de los estrechos vínculos entre política y economía.

1. Los principales factores de la oferta y demanda laboral
Robert Castel, en su ya famoso libro, sostiene que la relación asalariada seconfiguró como el eje de la constitución de la sociedad moderna aunque, en la actualidad tal relación se encuentre cuestionada. 3

Este trabajo ha sido preparado para el XIV Congreso Nacional de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Mar del Plata, agosto de 2002. Su contenido se sustenta en la investigación (EC-026, Programación UBACYT 2001-2002) que dirige el autor. Se agradecen los comentariosde Claudia Danani, Mariana González y Leandro Serino a una versión inicial del texto, lo cual no las compromete en modo alguno. 2 Director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo (CEPED) de la Universidad de Buenos Aires. Investigador Independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (CONICET). Correo electrónico: ceped@econ.uba.ar 3 En su prólogo sostiene: "Meha parecido que en estos tiempos de incertidumbre, en los que el pasado se oculta y el futuro es indeterminado, teníamos que movilizar nuestra memoria para tratar de comprender el presente. (…) Por ejemplo, la situación actual está marcada por una conmoción que recientemente ha afectado a la condición salarial: el desempleo masivo y la precarización de las situaciones de trabajo, la inadecuaciónde los sistemas clásicos de protección para cubrir estos estados, la multiplicación de los individuos que ocupan en la sociedad una posición de supernumerarios, `inempleables´, desempleados o empleados de manera precaria, intermitente. Para muchos, el futuro tiene el sello de lo aleatorio" (Castel, 1997, pág. 14). 1

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Los economistas neoclásicos o marginalistas, han sostenido hasta elcansancio que el precio por el uso de la fuerza de trabajo no tiene misterios en tanto se determina tanto por las preferencias de las personas (entre trabajo y ocio) como por la productividad marginal del trabajo. Desde la perspectiva marxista, a su turno, se sostiene que la determinación del salario –como expresión del valor de la fuerza de trabajo- es la resultante de una relación social. Esta, enprimer término, alude al concepto de tiempo de trabajo socialmente necesario. Pero, en segundo lugar, incluye a las denominadas relaciones de poder entre los actores principales involucrados: el trabajador y el empleador (o capitalista). Cualquiera de estas perspectivas4, con diversa suerte en cuanto a incidencia o predominio a escala nacional o internacional, no elude la necesidad de incorporar...