Mercados globales y legitimidad social

Mercados globales y legitimidad social:
El caso del ‘Pacto Mundial’
Por Georg Kell y John Gerard Ruggie
Universidad de York, Toronto, Canadá. 4-6 de noviembre de 1999
Ponencia presentada en la conferencia internacional “¿Gobierno de la opinión pública tras la era del
consenso general de Washington? Nuevo trazado de las fronteras entre estado y mercado”.
Las opiniones expresadas en estedocumento son las de sus autores y no son necesariamente compartidas
por las Naciones Unidas. Sus comentarios serán bienvenidos: e-mail: kell@un.org ruuggie@un.org.
INTRODUCCIÓN
El orden económico internacional constituido en Occidente tras la Segunda Guerra
Mundial reflejaba una mezcla de factores capaces de abrir el camino a una generación
de crecimiento económico sostenible. La distribucióndel poder económico en el mundo
favorecía un enfoque abierto y no discriminatorio sobre el que se organizarían la
relaciones económicas internacionales. Existía un consenso ideológico amplio que daba
preeminencia al papel del estado como garante del empleo nacional, de la estabilidad de
los precios y de los sistemas de seguridad social. Existían una serie de recetas políticas
y análisiseconómicos que permitían al estado actuar en base a dichas preferencias. Las
grandes corporaciones tenían alcance nacional y las relaciones económicas
internacionales eran de corto alcance realizándose entre economías separadas y
diferentes. A consecuencia de ello la política de aranceles que frenaba las transacciones
económicas constituía una herramienta útil que apoyaba a la política económica. Laforma prevaleciente de nacionalismo era del tipo civil no étnico, capaz de facilitar la
cooperación económica internacional y, en el caso del occidente de Europa, el proceso
de integración supranacional. Se constituyeron una serie de organizaciones
internacionales que expresaban y apoyaban el compromiso post bélico encarnado por el
liberalismo, tal como se ha venido a llamar (Ruggie, 1982),entre los cuales se
encontraban los Acuerdos de Bretton Woods, el GATT y las Naciones Unidas.
Los grandes cambios producidos en el último medio siglo han erosionado la base sobre
la que descansaba el orden económico, sin embargo, ninguno de ellos ha tenido mayor
impacto que la expansión e intensificación del proceso de globalización (Ruggie, 1996).
En su base, la globalización ha desgajadoprogresivamente un solo elemento –tejido
productivo y finanzas- separándolo de lo que había sido un sistema global de relaciones
institucionales y lo ha lanzado a recorrer su propia trayectoria espacio-temporal. Esto ha
producido dos desequilibrios en la economía política mundial que persistirán hasta que
el ámbito estrictamente económico sea a su vez incorporado a nuevas estructuras de
valorescompartidos de alcance superior y hasta que las nuevas prácticas económicas
queden institucionalizadas.
El primer desequilibrio se produce estrictamente en el ámbito económico y las nuevas
estructuras y prácticas económicas de superior alcance enmarcadas en la esfera
económica han sido incorporadas a la esfera nacional. El segundo desequilibrio se
produce en las organizaciones de gobiernointernacional. En la última década se han
impuesto inexorablemente las leyes de la economía global aunque su objetivo ha sido
en gran medida la creación de bases institucionales para el funcionamiento de los
mercados globales. Por ejemplo, se han asegurado los derechos de los agentes
corporativos globales y se han dedicado esfuerzos considerables a la creación de normas
que corresponden al nuevorégimen de comercio global –como es el caso de los TRIPS
y las TRIMS. Se han codificado dichas normas y se han facilitado medios para su
aplicación pero estas expresiones de acuñación de normas no han ido al mismo ritmo
que un esfuerzo comparable en favor de otro tipo de preocupaciones globales, como es
el caso del medioambiente, de los derechos humanos o de la pobreza, o por mencionar...