Mercadotecnia
de Leandro Fernández de Moratín (1760-1828)
|PERSONAJES |
| |
|DON DIEGO. |
|DON CARLOS. |
|DOÑA IRENE. |
|DOÑA FRANCISCA. |
|RITA.|
|SIMÓN. |
|CALAMOCHA. |
La escena es en una posada de Alcalá de Henares.
El teatro representa una sala de paso con cuatro puertas de habitaciones para huéspedes, numeradas todas. Una más grande en el foro, con escalera que conduce al piso bajo de la casa. Ventana de antepecho a un lado. Una mesa en medio, con banco,sillas, etc.
La acción empieza a las siete de la tarde y acaba a las cinco de la mañana siguiente.
ACTO I
ESCENA PRIMERA DON DIEGO, SIMÓN
(Sale don Diego de su cuarto, Simón, que está sentado en una silla, se levanta)
D. DIEGO ¿No han venido todavía?
SIMÓN No, señor.
D. DIEGO Despacio la han tomado por cierto.
SIMÓN Como su tía la quiere tanto, según parece, y no la ha visto desde que lallevaron a Guadalajara...
D. DIEGO Sí. Yo no digo que no la viese; pero con media hora de visita y cuatro lágrimas estaba concluido.
SIMÓN Ello también ha sido extraña determinación la de estarse usted dos días enteros sin salir de la posada. Cansa el leer, cansa el dormir... Y sobre todo, cansa la mugre del cuarto, las sillas desvencijadas, las estampas del hijo pródigo, el ruido de campanillas ycascabeles, y la conversación ronca de carromateros y patanes, que no permiten un instante de quietud.
D. DIEGO Ha sido conveniente el hacerlo así. Aquí me conocen todos, y no he querido que nadie me vea.
SIMÓN Yo no alcanzo la causa de tanto retiro. Pues ¿hay más en esto que haber acompañado usted a doña Irene hasta Guadalajara, para sacar del conventos a la niña y volvernos con ellas a Madrid?D. DIEGO Sí, hombre; algo más hay de lo que has visto.
SIMÓN Adelante.
D. DIEGO Algo, algo... Ello tú al cabo lo has de saber, y no puede tardarse mucho... Mira, Simón, por Dios te encargo que no lo digas... Tú eres hombre de bien, y me has servido muchos años con fidelidad... Ya ves que hemos sacado a esa niña del convento y nos la llevamos a Madrid.
SIMÓN Sí, señor.
D. DIEGO Pues bien...Pero te vuelvo a encargar que a nadie lo descubras.
SIMÓN Bien está, señor. Jamás he gustado de chismes.
D. DIEGO Ya lo sé, por eso quiero fiarme de ti. Yo, la verdad, nunca había visto a tal doña Paquita; pero mediante la amistad con su madre, he tenido frecuentes noticias de ella; he leído muchas de las cartas que escribía; he visto algunas de su tía la monja, con quien ha vivido enGuadalajara; en suma, he tenido cuantos informes pudiera desear acerca de sus inclinaciones y su conducta. Ya he logrado verla; he procurado observarla en estos pocos días, y a decir verdad, cuantos elogios hicieron de ella me parecen escasos.
SIMÓN Sí, por cierto... Es muy linda y...
D. DIEGO Es muy linda, muy graciosa, muy humilde... Y sobre todo, ¡aquel candor, aquella inocencia! Vamos, es de lo que nose encuentra por ahí... Y talento... Sí señor, mucho talento... Conque, para acabar de informarte, lo que yo he pensado es...
SIMÓN No hay que decírmelo.
D. DIEGO ¿No? ¿Por qué?
SIMÓN Porque ya lo adivino. Y me parece excelente idea.
D. DIEGO ¿Qué dices?
SIMÓN Excelente.
D. DIEGO ¿Conque al instante has conocido?...
SIMÓN ¿Pues no es claro?... ¡Vaya!... Dígole a usted que me parece muybuena boda. Buena, buena.
D. DIEGO Sí, señor... Yo lo he mirado bien, y lo tengo por cosa muy acertada. Seguro que sí.
D. DIEGO Pero quiero absolutamente que no se sepa hasta que esté hecho.
SIMÓN Y en eso hace usted bien.
D. DIEGO Porque no todos ven las cosas de una manera, y no faltaría quien murmurase, y dijese que era una locura, y me...
SIMÓN ¿Locura? ¡Buena locura!... ¿Con una chica como...
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