Mercadotecnia

Los hombres son de la ferretería de Sears, las mujeres son de Bloomingdale’s: la demografía del shopping

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Tomado del libro: Por qué compramos. La ciencia del shopping Paco Underhill, Gestión 2000.

III. Los hombres son de la ferretería de Sears, las mujeres son de Bloomingdale´s: la demografía del shopping
Como ya hemos visto, los aspectos más básicos de la condición humana, nuestrascapacidades y limitaciones físicas, tienen una influencia considerable en nuestra forma de actuar en una tienda. Pero algo tan interesante como el shopping nunca resulta tan sencillo. Todos nos movemos por los mismos entornos, pero no hay dos personas que reaccionen a ellos exactamente de la misma manera. Esta señal puede representarse con esmero, ser perfectamente legible, colocarse con elegancia,pero usted lee las señales y yo no lo hago. Una tienda puede tener un aspecto maravilloso, y todos los productos pueden estar al alcance de la mano, pero resulta que yo odio comprar ropa y, además, preferiría estar de pesca. Nunca se habían situado las cestas de la compra en un lugar más adecuado, lo que ocurre es que ahora anda corto de dinero, o simplemente usted no es capaz de comprar más dedos libros cada vez. Nosotros tenemos muy presente que, desde luego, el shopping significa cosas diferentes para personas diferentes en momentos diferentes. Utilizamos el shopping como terapia, recompensa, soborno, pasatiempo, como excusa para salir de casa, como una forma de educación o incluso de adoración o como una forma de matar el tiempo. Existen también compradores compulsivos, que causangrandes daños a sus cuentas bancarias y a sus créditos y que usan el shopping como grito de socorro. (Después comparan los precios de todos los programas de auto-ayuda en doce pasos). ¿Y cuántas personas famosas protagonizan escándalos al ser arrestados por robar algo insignificante y barato en una tienda? Creo que cada año aparecen dos o tres. En los años ochenta, los inmigrantes que llegaban desdela Europa del Este hasta Estados Unidos quedaban asombrados por la abundancia de productos en cualquier típico supermercado de barrio. Las tiendas simbolizaban cómo la democracia del libre mercado acaba convertida en simple libertad de elección, con muchas y muchas opciones. Fue también en un supermercado donde yo sufrí una experiencia reveladora de shopping. Sucedió hace unos quince años, unaépoca en la que empezaba a parecer posible que Envirosell obtuviera éxito y funcionara como empresa. Sin embargo, hasta ese momento eso era un asunto bastante frágil, yo estaba al borde de la quiebra continuamente, trabajando sin descanso pero reinvirtiendo en la empresa cada centavo que
Comportamiento del Consumidor Universidad De La Salle Bajío

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ganaba. Las cosas no eran fáciles: si yo tenían una reunión en Florida, por ejemplo, tenía que tomar el último vuelo del día para llegar allí aunque llegara en mitad de la noche, ya que era el más barato. Entonces recogía mi coche del alquiler, conducía hasta mi destino, dormía en el coche, me afeitaba y me cepillaba los dientes en ellavabo de una estación de servicio y acudía a mi cita intentando dar la mejor imagen para simular ser el fundador de una exitosa empresa de investigación. Difícil. De cualquier modo, ese día en cuestión quedó claro que mi empresa y e íbamos a tener la razón. Y ese día yo fui al supermercado Pathmark, cerca de South Street Seaport, en la ciudad de Nueva York. Mientras estaba en el pasillo de losproductos de importación de repente me sorprendió el hecho de que me podía permitir comprar cualquier producto que quisiera. Si, por ejemplo, quería probar confitura inglesa de jengibre para recordar mi juventud, simplemente tenía que tomar un bote y pagarlo, sin tener en cuenta que costaba quizás cuatro o cinco dólares. Me di cuenta de que ya no tenía que preocuparme más por mi presupuesto para...