Mesopotamia Texto Y Cuestionario De Gombrich
detenidamente
este
texto
de
E.
Gombrich
sobre
la
civilización
mesopotámica
de
su
libro
Breve
historia
del
tiempo.
A
continuación
contesta
el
cuestionario
sobre
el
mismo.
“
La
semana
tiene
siete
días.
Se
llaman...,
¡bueno,
eso
ya
lo
sabes! Pero,
probablemente,
no
sabrás
desde
cuándo
los
días
no
van
pasando
uno
tras
otro,
sin
nombre
ni
orden,
como
pasaban
para
los
hombres
primitivos.
Ni
quién
los
reunió
en
semanas
y
les
dio
su
nombre
a
cada
uno.
Eso
no
ocurrió
en
Egipto,
sino
en
otro país
donde
también
hacía
calor.
Y,
en
vez
de
un
río,
el
Nilo,
había
incluso
dos:
el
Éufrates
y
el
Tigris.
Por
eso,
aquel
país
se
llama
el
país
de
los
dos
ríos.
Y,
como
la
tierra
que
merece
la
pena
se
extiende
entre
las
dos
corrientes,
se
le
llama
también
país
entre
ríos,
o
con
una
palabra
griega,
Mesopotamia.
Esta
Mesopotamia
no
se
halla
en
África,
sino
en
Asia,
pero
no
demasiado
lejos
de
nuestra
zona.
Está
situada
en
el
Próximo
Oriente.
Los
dos
ríos,
el
Éufrates
y
el
Tigris, desembocan
en
el
golfo
Pérsico.
Tienes
que
imaginar
una
amplísima
llanura
a
través
de
la
cual
corren
esos
dos
ríos.
Es
cálida
y
pantanosa
y,
a
veces,
las
aguas
inundan
también
el
país.
En
esa
llanura
se
ven
en
la
actualidad
de
vez
en
cuando
grandes
colinas,
aunque
no
son
colinas
de
verdad:
si
comenzamos
a
excavar
en
ellas,
encontraremos
en
primer
lugar
una
gran
cantidad
de
ladrillos
y
escombros.
Poco
a
poco,
nos
iremos
topando
con
altas
y
sólidas
murallas,
pues
estas
colinas
son, en
realidad,
ciudades
en
ruinas,
grandes
ciudades
con
calles
largas
tiradas
a
cordel,
casas
altas,
palacios
y
templos.
Al
no
estar
construidas
en
piedra,
como
en
Egipto,
sino
con
ladrillos,
se
han
desmoronado
con
el
paso
del
tiempo
por
la
acción
del
Sol
y,
finalmente,
se
han
hundido
formando
grandes
montones
de
escombros.
Una
de
esas
escombreras
de
un
paraje
desértico
es
hoy
Babilonia,
que
fue
en
otros
tiempos
la
mayor
ciudad
del
mundo,
con
un
increíble
pulular
de
personas
llegadas
de todos
los
rincones
que
llevaban
allí
sus
mercancías
para
intercambiarlas.
Otra
de
esas
escombreras,
al
pie
de
la
montaña,
aguas
arriba,
es
también
la
segunda
ciudad
mayor
del
país:
Nínive.
Babilonia
fue
la
capital
de
los
babilonios.
Eso
es
fácil
de
recordar.
Nínive,
sin embargo,
fue
la
capital
de
los
asirios.
Este
país
no
estuvo
casi
nunca
gobernado
en
su
totalidad
por
un
único
rey,
como
Egipto.
Tampoco
fue
un
imperio
de
duración
tan
larga
y
que
se
mantuviera
con
fronteras
fijas.
En
él
habitaron
múltiples...
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