Metepec

Hace 12 meses, Jorge Arellano Medina, entonces director de seguridad pública y tránsito de Metepec, había declarado a un medio local que ese municipio del estado de México era señalado por la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) como uno de los principales focos rojos por el asentamiento de la familias de narcotraficantes recluidos en el penal de máxima seguridad de La Palma.
Al funcionariose le había ido la boca, y al día siguiente se retractó de lo dicho bajo el argumento de que no era la persona indicada para dar esa información. Pero era demasiado tarde, en sus declaraciones al diario había dicho que en el fraccionamiento donde él vivía, el exclusivo Club Campestre San Carlos, habitaba la madre y la esposa de Rafael Caro Quintero y familiares de Juan José Esparragoza El Azul ,aunque dicho personaje no se encontraba preso en el penal.
Eran las palabras de un funcionario que en su carrera no contaba con formación policial. Era una abogado litigante, apoderado de varios bancos y de las finanzas de empresarios prominentes de la región. Había sido presidente del Consejo de Seguridad del Estado de México y por una invitación llegó al cargo de director de Seguridad Públicaen Metepec. La gente en Metepec lo identificaba como una persona honesta. Quizás por eso, sin empacho alguno, lanzó las declaraciones.
Días después de la publicación de sus palabras, un hombre que se identificó como agente de la AFI llegó al diario local de Toluca, se entrevistó con Magdalena Santiago, la reportera que hizo la nota, y le argumentó que estaba dando seguimiento a dos notas, poreso quería el contacto con el abogado y entonces director de policía y Tránsito de Metepec.
Arellano Medina basó sus declaraciones en un informe de la AFI, elaborado con cruce de información de la Procuraduría General de la República (PGR) y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) que durante un periodo entre 2002 y 2003 filmaron y tomaron fotografías en puntos sospechosos depresencia de familiares y de operaciones de narcotráfico en los municipios de Toluca y Metepec.
En el documento se daban las direcciones exactas de sospechosos en los fraccionamientos Club Campestre San Carlos, Don Adolfo, Villas Stefanía, Puerta de Hierro, La Asunción, La Virgen y Del Virrey, pero sólo se tenían detectadas a las familias de Rafael Caro Quintero y de Juan José Esparragoza.
La AFIquería que la situación no se saliera de control, así que en el documento recomendó a las autoridades municipales mantener una estricta vigilancia de las personas que visitaran esos domicilios, reportar cualquier movimiento raro o sospechoso en los conjuntos habitacionales. No recomendaba hacer un operativo especial porque al fin y al cabo se trataba de familiares que tuvieron que trasladarse aesas zonas porque tenían a un inquilino en La Palma, pero sí que se pusiera especial atención en que los elementos de los cuerpos policiacos municipales no se involucraran con esas personas.
Pedía que todo con detalle fuera notificado a la PGR porque por la cercanía con el Cefereso eran puntos rojos que tenían que ser monitoreados todos los días. A partir de entonces la policía municipal deMetepec realizaba un parte informativo diario en reuniones que se llevaban a cabo con el ex delegado del Cisen Luis Miguel Dena Escalera y otro agente de nombre Virgilio Méndez. Con el subsecretario de seguridad Pública del Estado de México, Miguel Ángel Contreras Nieto y el delegado de la PGR, Francisco Martín Camberos. Se logró definir un mapa delictivo de Metepec.
En tarjetas informativas seresumía que los familiares de narcotraficantes y sus conocidos llegaban al municipio, compraban discotecas, restaurantes, gasolineras, incluso cadenas de comercios, pero al final de cuentas terminaban dedicándose a lo que sabían hacer, el narcotráfico. No se decía ni se especificaba qué familias.
Se informaba que la mayoría de personas que llegaban a comprar casas de hasta ocho millones de pesos se...