metodo lipman
por Oscar Brenifier
Traducción por Carmen Zavala
El autor del presente artículo ha estado involucrado hace un buen número de años en el trabajo en la pedagogía de la filosofía, en tanto filósofo práctico, investigador y escritor. Más recientemente ha estado desarrollando métodos de formación en práctica y discusión filosóficas para profesores de escuelasprimarias. En este contexto, al no estar familiarizado con los trabajos de Matthew Lipman, decidió asistir a uno de los congresos internacionales que se llevan a cabo regularmente alrededor del mundo por este movimiento, esta vez en Varna, Bulgaria. El presente artículo no pretende ser un análisis exhaustivo y detallado de lo que pasó en el congreso ni un estudio a profundidad del método Lipman, sinosolo una reflexión sobre la práctica de filosofar con niños y de filosofar en general, originada por los eventos y debates que tuvieron lugar en Varna. De modo que pondremos más atención a las cuestiones generales planteadas al asistir a esta conferencia que a la conferencia misma. Esperemos que las personas que se reconozcan a sí mismas en nuestros comentarios no se resientan por el hecho de queno mencionemos los detalles específicos de los eventos o comentarios. En primer lugar, nos parece que esta descontextualización de nuestra narración puede beneficiarse a través de la meditación. Además, los problemas muchas veces son más productivos y iluminadores cuando no cargan con el peso de remitirse a personas específicas. En segundo lugar, este artículo debería ser entendido como unapercepción muy subjetiva de un evento que involucra un gran número d personas, actividades y discusiones diferentes
Comentarios iniciales
La primera noche del Congreso de Filosofía con Niños en Varna, Bulgaria, fui a ver a un grupo de alumnos que habían estado involucrados en la actividad filosófica a lo largo del año, para ver qué es lo que les había quedado en la mente sobre la materia de estecurso muy en particular. Les pregunté si les gustó lo que habían hecho y su respuesta fue afirmativa, lo cual no fue ninguna sorpresa, ya que fueron ellos mismos los que habían decidido dedicar parte de sus vacaciones a asistir a este congreso como participantes activos. Luego les pregunté qué es lo que les gustó de esta actividad y me dijeron que lo que era genial, era que en filosofía no había nadacorrecto ni incorrecto, sino que todo el mundo podía decir lo que más le parecía. Ahora bien, siendo estos estudiantes tan amigables y visiblemente entusiastas, su respuesta me sorprendió de alguna manera. Justamente siempre es este tipo de afirmaciones las que he venido escuchando y que trato de enfrentar lo más pronto posible ya desde las primeras sesiones de las clases de filosofía.Evidentemente este tipo de afirmaciones necesariamente se suelen dar por dos razones:
La primera es que el relativismo puro es una forma de opinión muy común y ampliamente difundida. La segunda es que lo alumnos que han estado por años en el colegio, donde día tras día les han venido diciendo qué es lo que es verdad, lo cual se han tenido que paporretear y repetir sin más para lograr éxito, aprovecharánesta oportunidad que se les brinda para declararse libres de esta carga tan pesada y cruel, especialmente cuando son adolescentes. Pero para repudiar la arbitrariedad de los adultos, padres o profesores, no se debería reintroducir una suerte de subjetividad simplona, que no es menos superficial y arbitraria que la ideología que se pretende combatir. El “esto es así, porque es así del adulto esreemplazado por el “es así porque es así” del niño.
Tienes que dar cuenta de tu propio discurso, nos dice Platón, así que tenemos que asumir plena responsabilidad por éste, a través del acto de analizar, probar, justificar, problematizar, etc. Por supuesto que el acto de pensar es el acto de parir, pero si bien algunas ideas son hermosos bebés, algunas son pequeños monstruos, nos dice, y el arte de...
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