Metodologia
Si considero el cuerpo del hombre como una máquina construida de tal modo y compuesta de huesos, nervios, músculos, venas, sangre y piel, que, aún sin contener espíritu alguno, no dejaría de moverse del mismo modo que ahora, cuando no se mueve dirigido por la voluntad ni, por consiguiente, con la ayuda del espíritu, sinosolamente por la disposición de los órganos14 (Sexta Meditación).
El autor, para explicar el movimiento hace referencia al funcionamiento de las partes del cuerpo. Según Descartes, el principio corporal de todos nuestros movimientos es el 'calor que hay en el corazón' que calienta la sangre cuyas partes más sutiles son espíritus animales, cuerpos pequeños que se mueven con enorme rapidez yque pueden penetrar los poros del cerebro hasta su parte interna o salir de allí, por los nervios hasta los músculos para mover el cuerpo. "Este calor continuo que hay en el corazón, que es una especie de fuego que mantiene la sangre de las venas, ese fuego es el principio corporal de todos los movimientos de nuestros miembros"19. El modo de unión entre alma y cuerpo---------------------------------------------
Para Descartes, solamente podremos llegar a la verdad cuando se llegue a una afirmación de la que no podamos dudar, de la que tengamos absoluta certeza.
Descartes comienza dudando de los sentidos, por un hecho patente: estos me engañan alguna vez, luego es posible que me engañen siempre.
Cuando sueño siento la existencia de las cosas y, sin embargo, no existen. Ladificultad para distinguir el sueño de la vigilia presta la posibilidad de dudar también de la existencia de las cosas.
Sin embargo es cierto que, aún fuera del estado de vigilia, hay verdades que prevalecen, las matemáticas: "Pues, duerma yo o esté despierto, dos más tres serán siempre cinco, y el cuadrado no tendrá más que cuatro lados".
Descartes introduce un nuevo motivo de duda: la hipótesis de quepuede que Dios haya puesto en mi mente estas ideas con la intención de engañarme.
Pero existiría una posible objeción a esta hipótesis: podría repugnar a la voluntad divina el querer engañarme.
Para evitar equívocos con la fe, Descartes sustituye la denominación de Dios engañador por Genio maligno, un ser todopoderoso que tiene la voluntad de engañarme en todo lo que pienso. Con esta hipótesisahora parece que no puedo tener nada por cierto sin correr el riesgo de ser engañado; incluso con las verdades matemáticas puede ocurrir que "haya querido que me engañe cuantas veces sumo dos más tres, o cuando enumero los lados de un cuadrado".
Con todo este proceso de duda, desarrollado en la 1ª Meditación Metafísica, Descartes persigue, como hemos dicho, llegar a una verdad absoluta,...
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