Metodos para medir la biodiversidad
Métodos para medir la biodiversidad
Claudia E. Moreno
Métodos para medir labiodiversidad
Claudia E. Moreno
Centro de Investigaciones Biológicas, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Ap a rtado Po s t a l 6 9 Pla z a J u á re z , Pachuca, Hidalgo, 42001, M É X I C O. Correo electrónico: cmoreno@uaeh.reduaeh.mx
M & T SEA
La Sociedad Entomológica Aragonesa (SEA) edita actualmente seis publicaciones con carácter periódico o irregular, cada una de las cuales pretendecubrir un determinado espectro de intereses y necesidades relacionados con la Entomología en castellano (o, ahora que nos autoriza el Diccionario de la Lengua, en ‘español’). Zapateri asume el papel clásico de revista científica de carácter anual tradicional en todo tipo de asociaciones e instituciones científicas. El Boletín de la SEA, ajeno a fórmulas, usos y protocolos importados, es un eficazvehículo de comunicación, difusión y divulgación de información entomológica de todo tipo y, por lo que se ve, muy bien valorado por el colectivo hispanohablante, especialmente en sus volúmenes monográficos y versión electrónica. El Catalogus en la entomofauna aragonesa constituye nuestra única concesión a lo local, recopilando –a pesar de las dudas que en su día rodearon al proyecto en el seno dela propia SEA– un inventario exhaustivo de la diversidad entomológica de Aragón. Monografías SEA, nuestra cuarta cabecera, consiste en trabajos monográficos extensos de carácter científicos y ámbito restringido a la península Ibérica. Monografías Tercer Milenio –o M3M– es un proyecto reciente (2000), a través del cual se pretenden editar monografías seleccionadas de alcance internacional. Porúltimo, también en el 2000, se han editado los primeros dos volúmenes de la Revista Ibérica de Aracnología a cargo del grupo de trabajo GIA, especializado en Arachnida. Ahora, con este volumen, presentamos la colección M&T SEA y es lícito preguntar: ¿Para qué una nueva publicación? El déficit de publicaciones científicas y, especialmente, entomológicas, en nuestro idioma es preocupante. Resulta extrañoque en los albores del tercer milenio, cuando la tecnología está ofreciendo soluciones ‘para todo’ y se acepta –al menos, en parte– la necesidad de que los científicos conecten con la sociedad civil, las instituciones y estados hispanohablantes están jugando un paradójico –e inexplicable– papel de guardianes de la exclusividad de la Ciencia en idiomas foráneos. Sin duda, actualmente el idioma‘científico’ más extendido es el inglés. OK, No problem. Pero: ¿es necesario llevar las cosas tan lejos como satanizar a las revistas en español? ¿Es que 350 millones de personas deben de renunciar a su legítimo derecho de expresarse, comunciar y aprender en la propia lengua? ¿Es que la ciencia no es cultura? Pero éste no es nuestro único déficit. La ciencia especializada no encuentra caminos para...
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