Mexico

“Lo que se obtiene con violencia, solamente con violencia”.
Mahatma Gandhi.

En la prehistoria, los primeros grupos sedentarios eran acechados por bandidos que les robaban todos sus bienes.Entonces, algunos bandidos racionales notaron que era preferible intercambiar obligatoriamente protección a la población por algún porcentaje de la producción general. El resto de la historia es conocido:ese porcentaje de la producción se llama impuestos y el acuerdo se llama estado (en la definición weberiana: entidad que detenta el monopolio legítimo de la violencia).

Por eso es tan preocupantelo que ocurrió en Morelia, el narcotráfico quiere, regionalmente, convertirse en el nuevo dueño del monopolio de la violencia. Y sin sonar alarmista, cabe recordar que Colombia hace algunos añostenía zonas donde el narcotráfico y las (Fuerza Armadas Revolucionarias De Colombia (FARC), incluso cobraban impuestos. Así las cosas, es prioritario hacer algo para frenar la escalada de violencia quesufrimos los mexicanos.

Los gobiernos, en su intento, está cometiendo un error trascendental: personificar la guerra contra el narcotráfico. Han manejado el problema del crimen organizado como unjuego de policías y ladrones; una narrativa maniquea en la que, al menos eso dice Hollywood, los buenos siempre ganan. Esta estrategia tiene dos graves problemas: el primero es que el éxito del Estadono puede ser observado directamente, la noticia es que haya muertos, asaltos y droga en las calles, no que todo marche sereno; el segundo es que el crimen organizado no sólo es un grupo demalandrines antisociales sino un problema social complejo (cosechas mal pagadas, tasas altas de desempleo, falta de opciones educativas, víctimas que no denuncian, impunidad, corrupción, etc.)

Además alpersonalizar la batalla, nuestros superhéroes forzados deben ser intocables, incuestionables y mitificados. En la realidad, los narcotraficantes ya explicitan con nombres y apellidos quienes son los...