Mexico

CONCLUSIONES
Definitivamente el curso de la historia jamás podrá ser cambiado, pero, sin lugar a dudas la nacion mexicana se ha visto envuelta en esta serie de acontecimientos que a manera de reflexión, si se hubieran dados o cumplidos
algunos factores, muy probablemente estuviéramos contando esta parte de la
historia mexicana o tal vez otro tipo de anécdotas se contarían en sus
desenlaces,ante tales situacion el equipo de trabajo que elabora este
documento concluye y reflexiona lo siguiente:
• Francia, pese a su evidente superioridad militar y miope diplomacia, solo
hizo el ridículo. Sus cálculos fueron sobreestimados. A pesar que derrotó
a México y su bloqueo fue un éxito. Tuvo que aceptar los términos en
que se concertó la paz. No hay comparación entre lo que consiguió deindemnización a lo que realmente representó para París los costos para
mantener su flota allende el Atlántico. Si hay un consuelo, solo podría
esgrimir que consiguió que España no solicitará a la Santa Alianza
apoyo para recuperar sus ex-Colonias. Pero ya hemos dicho que
España no tenía esa pretensión, no por que no lo deseará. No lo podía.
Apenas tenía fuerza política y una incipiente economíacomo para
mantener su presencia en Europa. Si no desapareció fue por que tenía
una recia nacionalidad y un lugar bien ganado en el concierto europeo
(dos mil años de historia no podían desaparecer en las mareas de su
accidentado periplo por el siglo XIX y que sería coronado con el horror y
la auto-humillación entrando el siglo XX). Solo ese consuelo le quedaba
a Francia. Pero no aprendió,20 años volvió a equivocarse en
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diagnosticar la situación mexicana. En México vino a morir un príncipe
de la casa de Habsburgo, echando por tierra el deseo de los caducas
pretensiones neo-napoleonicas. Si bien dichas pretensiones, mas que
imperialistas, eran una acción para equilibrar el poder de los Estados
Unidos. La ironía y paradoja histórica, es que aquel príncipe demostró
ser másproclive a Rousseau que a Metternich.
• Estados Unidos, no hizo siquiera alguna reclamación diplomática, de
cara a su pretendida Doctrina Monroe, en este entuerto mexicano-galo.
Las razones no son muy claras. Pues era evidente que Estados Unidos,
una vez independizado de Inglaterra, tenía un visible deseo
expansionista y hegemónico en América además de irse perfilando
como una potencia mundialno Europea. Quizás fueron sus propios
problemas interiores los que le hicieron no hacerlo como el asunto
esclavista, el de Texas, la expansión al Oeste, su incorporación a la era
Industrial. Pensamos, incluso, que EUA estaba solo expectante a como
se comportaban los franceses y como conducían sus operaciones en el
bloqueo. Era mejor que otros arriesgaran sus barcos en los arrecifesveracruzanos y en el asedio al castillo de Ulúa, que apoyado por el
gobierno central, bien armado y mejor defendido por un hábil y decidido
táctico, podía impedir decididamente una intentona de desembarco o
asedio.
• No sobre decir (mucho se ha escrito al respecto), que la situación de
México en aquellos tiempos. A falta de una estrategia de Estado
homogénea y un sentido de nacionalidad opatriotismo acendrado.
Degeneró más en un “papaqui” que en una conducta política
responsable y a la altura de la situación. No es extraño que en escena
aparezca ese extraño y seductor personaje que fue Santa Anna. Aunque
su actuación en los acontecimientos son más de una teatralidad
bufonesca que la de un “patriota” comprometido; la nación lo aceptara
nuevamente. Y es que en la historia de Méxicosobran los héroes
artificiales. A falta, incluso, de una derrota digna, de militares
profesionales y competentes frente a otros ejércitos o armadas
regulares. Entonces las improvisaciones, los actos desesperados son
tomados más como heroicos que en su verdadera y trágica vertiente
para no ahondar más la herida de las terribles carencias, que de origen,
afectaban al estado mexicano del siglo...