Mi Aventura Peruana

Brady Thompson

Mi Aventura Peruana

Yo jamás había sentido tanta confusión y desorientación como sentí en aquel momento. Estuve andando sin dirección en los pasillas del aeropuerto, esperando y orando que alguien me reconocería. Llevaba con migo, dos maletas grandes que contenían todo lo que necesitaría por los dos próximos años y así fueron atrás de mí cuando intenté a encontrar aalguien reconocido. Recuerdo que fue la una en la mañana cuando mi vuelo aterrizó en el aeropuerto de Lima Perú. En los Estados Unidos, había tenido problemas con mi visa y por eso yo tardé más que mis compañeros en llegar a Perú. Entonces, cuando llegué a Perú estuve sólo y no me esperaban con tanta organización que es costumbre de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días.Después de mucho estrés y un poco de tiempo, encontré una pequeña mujer peruana que alzó un papel con mi nombre puesto en letras grandes. Al caminar hacía a ella tres pensamientos pasaron rápido por mi mente. Primero pensé “¡Aleluya, saben que he llegado!”, segundo pensé, “ojala que sabe ingles” y al final pensé “solo hay una mujer, ¿que voy a hacer?”. En el centro de capacitación de misioneros,hablan demasiado de la importancia de siempre tener un compañero consigo y nunca estar sólo con una mujer. Por eso no sabía si aun debo ir con esa mujer extraña.
Ella hablaba ingles con un acento fuerte del región, me dijo que trabajaba por la iglesia e iba a llevarme a otros misioneros. Me llevó a un auto negro y de allí fuimos a la casa de los misioneros. Al llegar a su casa, ellaintentó a llamarles sin éxito, entonces agarró algunas piedras y les tiró a la ventana hasta que la cabeza adormecida de Elder Baker apareció. Él nos saludó, me ayudó con mis maletas, me enseñó cual era mi cama y luego volvió a su cama sin decir mucho. Y así empecé mi misión de tiempo completo por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Recuerdo aquel noche con tanta claridad,acostado en una camarote de metal en una tierra lejana, pensaba a mi mismo pensamientos de animo. Algunas horas más tardé me levanté con los otros misioneros y me dijeron que iba a conocer quien seria mi compañero y en que parte de la misión iba a servir. En la reunión me encontré nuevamente con los otros misioneros de mi grupo y también allí estuvieron los misioneros que iban a ser nuestroscapacitadores. Después que uno por uno tuvimos una entrevista con el presidente de la misión, él nos dijo quien iba a ser nuestro compañero.
Mí compañero asignado fue un mexicano llamado Elder Cruz. Parecía muy joven, era flaco y moreno y llevaba un suéter gris y terno viejo. Mi impresión primero de él no era muy bueno, su cara era bastante serio, casi parecía enojado atrás de sus lentesanchos. Pensaba que iba a ser bien aburrido y algo duro como compañero. De todos los capacitadores presentes pensaba que cualquiera de los otros hubiera sido mejor. Pero al conocerle, me di cuenta que él era el contrario de lo que pensaba. Elder Cruz era alguien bien sarcástico y chistoso con quien me caí bastante bien.
El área que me tocó fue Villa Hermosa del distrito Canto Grande de LimaPerú. Villa Hermosa era algo que jamás había visto antes. Su sobrenombre o cómo los peruanos dicen, su “chapa” era la boca del diablo y no era sorpresa por qué se llama así. El área consistía de puros cerros grises. Los cerros en Lima no son nada como las montañas de Utah, son completamente bacillos de plantas o arboles y son de pura piedra. Lo que llena los cerros son casas rudimentarias quesuben los cerros casi en sima el uno del otro. Mayormente, las casas eran de ladrillos marones con techos de lamina. En el base de los cerros la gente pintaron el frente de sus casas de diferentes colores brillantes pero los costados se quedaron marón. Al subir el cerro, las casas cambiaron, todavía eran del mismo ladrillo pero ya no hubo el dinero suficiente para pintarles. Aun más arriba...