Mi cuento

Quiero ser Emma
Han pasado cinco meses desde que Martín se enfermó. Dicen que no puedo ir a verlo al hospital porque la radioterapia me puede afectar. Desde que le descubrieron cáncer mis papás son como dos fantasmas que deambulan entre el hospital y la casa, y aparecen de repente para visitarme. He visto mucho más a mi abuelita, ya que viene tres o cuatro veces a la semana para ayudarme conlas tareas de la casa.
Toda esta situación no me ha afectado tanto como creí, antes yo era muy dependiente de mis papás, pero he podido arreglármelas bien yo sola.
En el colegio está todo normal, sigo teniendo buenas notas y hace poco conocí dos nuevas amigas, la Cata y la Vicky. Ellas son muy diferentes a mí, son más atrevidas, más decididas.
Yo siempre había querido tener más amigos, sermenos tímida, ir a fiestas, tener nuevas experiencias y con ellas la paso súper bien, son más leales que mis otras amigas y me invitan a todas partes.
La primera vez que salí con ellas nos juntamos en la plaza que estaba cerca de mi casa, me querían presentar a unos amigos. Cuando llegué a la plaza me di cuenta que ellas se veían muy diferentes a cómo las veía en el colegio, estaban maquilladasmuy desabrigadas y estaban fumando, yo no sabía que ellas fumaban, pero no me importó mucho. Después llegaron sus amigos, todos fumaban; conversamos por un rato, después uno de ellos dijo que podíamos hacer una fiesta en su casa, pero era muy tarde y yo no quería ir, entonces me fui a mi casa y todos los demás se fueron a la fiesta.
El lunes, cuando estábamos en el colegio, la Cata me preguntó:¿Por qué no fuiste a la fiesta Emma?, nosotras la pasamos súper bien.
Era muy tarde y no le había pedido permiso a nadie.
Pero tus papás no estaban en la casa, ¿O sí?
No, no había nadie.
¿Entonces? Bueno ya no importa. Este viernes queremos hacer otra fiesta, en la casa del Claudio, ¿quieres ir?
Bueno, dije. La Vicky me aclaró que no se sabía la dirección pero que nos podíamos juntar en sucasa y de ahí nos íbamos las tres. No hablamos más de la fiesta hasta cuando llegué el viernes a la casa de la Vicky, la Cata ya había llegado y se estaban maquillando.
-¿No te maquillas? Me preguntó la Vicky.
-No, me da lata.
¿Ni siquiera para las fiestas?
No, bueno, a veces un poquito de brillo o una sombra, pero nada más.
¿No quieres que te pinte un poquito? Mis amigos siempre me dicen queestoy más bonita cuando me pinto.
Ya, está bien, pero no tan recargado.
Cuando íbamos saliendo me preguntaron porque iba tan abrigada y me dijeron que me vería mejor si me sacara el abrigo.
No quiero, tengo frío, les dije. Luego nos fuimos.
Cuando llegamos a la casa era cerca de la medianoche, yo creí que habrían llegado todos, pero éramos las primeras, le pregunté al Claudio porque nohabía llegado nadie.
Llegan como a la una casi siempre, ahora voy a ir a comprar. ¿Alguien me acompaña?
La Vicky fue con él. Me quedé conversando con la Cata.
Emma, ¿has tenido pololo?
No, es que no he conocido a muchos niños y los que he conocido no me han gustado.
A mí me gusta el Miguel, me dijo. Me acordé que el Miguel fue el que quiso hacer la fiesta cuando estábamos en la plaza.
En esemomento, llegó el Claudio con la Vicky y otro grupo. Yo ya tenía sed así que fui a ver que había para tomar y me di cuenta de que había mucho trago: ron, cerveza, pisco, vodka, habían como dos botellas de bebida, todo lo demás era alcohol. Me serví bebida, nunca había probado el alcohol.
Ya habían llegado todos, la Cata había puesto música, muchos se estaban sirviendo trago y otros se pusieron abailar. A mí me daba vergüenza, porque no sabía bien como bailar, la Vicky me enseñó y después de un rato me dio calor y nos fuimos al patio, empezamos a conversar con el Claudio y sus amigos y nos sentamos en círculo, casi todos se pusieron a fumar.
¿Tú fumas? Me preguntó el Claudio
No, de hecho nunca lo he probado.
¿Quieres probarlo? Me dijo la Vicky, si no te gusta no fumas más.
Todo el...