Mi Cuento
Política, economía y sociedad en la Argentina del siglo XX. Una aproximación histórica a sus continuidades y cambios.
Noemí M. Girbal-Blacha *
El salón estaba lleno de puertas, pero todas se hallaban cerradas, y después que Alicia fue a un lado primero, y al otro después, forcejeando en todas, se dirigió tristementehacia el centro, preguntándose cómo haría para salir de nuevo. Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas.
Esta aproximación a la emergencia de nuevas ideas en el siglo XX con el propósito de advertir su proyección hacia el futuro, se hace aquí desde la enriquecedora perspectiva que ofrece la Historia, cuyos ejes científicos centrales -espacio y tiempo y su propio objeto de estudio: elhombre, "el actor social" que siempre está presente en el escenario histórico (Alain Touraine)1- ofrecen la oportunidad de analizar el surgimiento de nuevas ideas, pero también las continuidades, las transformaciones y los cambios. El abordaje en esta breve exposición,
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necesariamente será parcial, y estará referido sustancialmente al caso de laArgentina durante este siglo, que junto con el milenio, ya finalizan. La conformación de la Argentina Moderna hacia 1880 y su vigencia hasta 1930, dio muestras -a la luz del espíritu positivista- de la conformación del Estado Nacional oligárquico conducido por un concentrado grupo de "notables" (Botana)2 nucleados en partidos políticos liderados por caudillos de élite, que siendo liberales en loeconómico eran conservadores en lo político (McGann, Carmagnani)3, al mismo tiempo que se mostraban preocupados -en su puja con el poder de la Iglesia- por la familia y la educación; no sólo para consolidar el poder del Estado, sino para afianzar la identidad nacional. Son los tiempos en que -frente al recorte de las autonomías provinciales- la gobernabilidad aparece disociada de la democracia.4 El país"aluvional" (J.L.Romero),5 de inmigración masiva de italianos y españoles -agente de transformación socioeconómica por excelencia- que impulsan un proceso acelerado y creciente de urbanización, se da en un ámbito donde la tierra no sólo resulta un recurso económico para la expansión agropecuaria sustentada en el régimen de arrendamientos y es básica en la modernización de las economíasagroindustriales y monoproductoras del interior, sino todo un símbolo de poder político y de prestigio social. Quedaba atrás la Argentina Criolla, pecuaria, con rasgos propios de una "gran aldea". La inversión de capitales extranjeros, la reactivación del comercio exterior cada vez más estrechamente unido a Europa (Inglaterra), las aspiraciones argentinas de ejercer el liderazgo en América Latina, como losEstados Unidos lo hacía para América del Norte y Central, a partir de su particular concepción del panamericanismo, dieron sustento al "progreso" positivista considerado, por entonces, indefinido.6 Aun las crisis, como la de 1890, fueron calificadas como "crisis del progreso" (Cortés Conde), de alcance ¡imitado, coyuntural, monetaria y fiscal, asociada a los altibajos en el ahorro interno.7 Lasignificación y creciente virulencia de la "cuestión social" (Panettieri, Rack, Baily)8 que deriva en la sanción de leyes como la de Residencia (1902) y de Defensa Social (1910), activa simultáneamente "el nacionalismo esencialista que funda la identidad en la cultura" (Terán).9 A esta situación se agregan: el fin de la expansión horizontal
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agraria hacia 1910, la sanción de la ley Sáenz Peña en 1912 que abre las puertas a la democracia ampliada asociada a la gobernabilidad, y permite en 1916 la llegada al gobierno nacional de los sectores medios urbanos, de la mano de partidos políticos modernos como la UCR nacida en 1891. A estos cambios se suman en 1914 los efectos del estallido de la Primera Guerra Mundial. Son las primeras...
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