Mi cuento
Las calles estaban tan desordenadas que el trayecto de mi casa al parque era muy desmotivador. Los desperdicios arrojados al suelo, el olor fétido producido por las necesidades delos ebrios y por ultimo, el polvo que lo cubria todo, solo sacaba a relucir la mediocridad e indolencia de la gente. Sentia ganas de regresar a dormir, aun ni salía el sol, pero con mi tia habíamospostergado tanto realizar nuestros ejercicios matutinos que ya estando aquí, era difícil echarse atrás.
Por lo menos, el parque era amplio y el césped no tan marchito, yo me sentía adormilada, cuandode pronto, me asalto un estrepitoso sonido que me rozo con el viento. No hice más que encogerme y cerrar los ojos. Al recobrar la compostura, vi dos chicos, corriendo codo a codo, con ira, puesescuchaba las fuertes y veloces pisadas. Un destello de luz iluminó mi interior, me llene de júbilo y corrí con tantas energías que, al poco rato, ya me encontraba detrás de ellos.
Me sentía tan ligera yuna sonrisa estúpida se mantenía en mi rostro, no sé porque me causaba tanto entusiasmo, pero la felicidad cesó al resbalarme con una pequeña elevación sobre el suelo, esos “rompemuelles” que hacenfrenar a los carros y mi pie se estiro 180º como si fuese un compás, desgarrando mi pequeño short y arañando mis pantorrillas.
Me sentía más avergonzada que adolorida, lo peor era que me encontraba enbragas en medio de la calle, quería desaparecer. Pero el destino, tan bufón, no tardó mucho en avergonzarme aún más, ya que al rato, los dos jóvenes se me acercaron y mientras uno me prestó su polo,dejando sus músculos al descubierto, el otro, con un tacto tan sutil, me ayudo a levantarme.
Ante aquellas dos presencias tan varoniles me sentí protegida; pero no pasaría mucho tiempo para que ocurratodo lo contrario.
Se trataba de Pablo y Fernando, los chicos más populares y destacados de la secundaria “Simón Bolívar” y dos figuras totalmente opuestas. Pablo era el alcalde del colegio....
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