Mi Hogar

Vivir con dos hombres que compiten con: “El Libro Gordo de Petete” es complicado, puede ser difícil de conllevar. El pequeño habla de sus últimashazañas en sus juegos del PS3 con términos que apenas puedo entender, consulta de los países bajos, de los nuevos cantantes y la cantidad de tareas que tiene.El grande me habla de política, lo que pasara con China, y los últimos libros leídos…puedes preguntarle la cosa más rara del mundo y él la contestará.Sí, es difícil levantarme en las mañanas y preparar el desayuno; cada uno pide algo diferente…y pese a haber preguntado un día antes, el pequeño te dice:No tengo hambre hoy…y simplemente volteas a seguir con tu mañana. Felizmente, el grande come con amor todo lo que le sirvo.
En las noches, cuando yatermina mi labor y logro escapar, me escondo en esa inmensa cama blanca con almohadas deliciosas y agradezco que por fin termino el día, pero al rato los veoingresar con su tabla de ajedrez, el gato y encima con un plato de galletitas….uno pregunta y el otro contesta largo con postura de profesor, las vocesse confunden con el sonido de la televisión, por un momento no escucho a nadie, es entonces cuando sube el gato y se roba alguna pieza del ajedrez,ambos lo persiguen y el gato se esconde…se escuchan gritos ¡LALO!!!...¡LALO!!!.
Pero cuando ambos están dormidos y no se escuchan ruidos, me doy cuenta decuanto los extraño y adoro su compañía…no tengo nombre para este sentimiento, de lo que estoy segura es que Dios te da siempre una segunda oportunidad.