Mi maktub...
"Una antigua historia explica que varios judíos piadosos rezaban en una sinagoga cuando empezaron a escuchar una voz infantil quedecía:
- A, B, C, D...
Intentaron concentrarse en los versos sagrados, pero la voz repetía:
- A, B, C, D...
Poco a poco fueron parando de rezar. Cuando miraron hacia atrás, vieron a un niño que seguía diciendo:
- A, B, C, D...
El rabino se acercó al muchacho y le preguntó:
- por qué haces eso?
- “porque no sé los versos sagrados, pero tengo la esperanza de que, recitando el alfabeto, Dios cojaestas letras y forme las palabras correctas.”
Todo lo que escribo no es nada más que la combinación de las letras adecuadas. Una manera de desahogarme y de continuar aprendiendo. Tan sencillo y, a la vez, tan complicado. Aunque también es cierto que, de todas las poderosas armas de destrucción que el hombre ha sido capaz de inventar, la más terrible, y la más cobarde, es la palabra. La palabraconsigue destruir sin pistas. Niños condicionados durante años por sus padres, hombres criticados sin piedad, mujeres humilladas por comentarios de sus maridos... Muchas personas las utilizan para hacer daño, consciente o inconscientemente. Deberíamos de plantearnos si estamos utilizando este arma con los demás e intentar ver si la estamos utilizando contra nosotros mismos. Pero, si queremosvivir tranquilos, no hemos de permitir ninguna de las dos cosas.
Hemos de asumir nuestros actos y seguir nuestro camino con coraje. He actuado muchas veces de manera incorrecta o de la manera menos adecuada. Admito mis errores, pero sé que los seguiré cometiendo. No tengo miedo de ello. Cuando a un niño le planteas un ejercicio, aún si no sabe cómo hacerlo, lo intentará porque no tiene miedo deequivocarse. Es probable que yo no vuelva a tropezar con las mismas piedras, pero otras nuevas vendrán en las que podré fallar. Sé que no hay una única manera correcta de hacer las cosas, porque ¿quién inventó el patrón de “todo lo correcto”?.
Vamos a imaginar que la vida es perfecta. Que estamos en un mundo perfecto, con personas perfectas, que tienen todo lo que quieren, en el que todo el mundolo hace todo correctamente, en el momento oportuno. En este mundo tenemos todo lo que deseamos, sólo lo que deseamos exactamente como lo soñamos. Y podemos vivir cuantos años queramos. Vamos a imaginar que, después de cien o de doscientos años, nos sentamos en un banco inmaculadamente limpio, ante un paisaje magnífico, y pensamos: qué aburrido! ¡falta emoción!. En ese momento, aparece un botónrojo delante que dice: ¡sorpresa!. Después de considerar todo lo que esa palabra significa, pulsamos el botón, entramos por un túnel negro y salimos al mundo en el que estamos viviendo en este momento...
Sé que es muy sencillo errar y, mucho más fácil aún, es herir a personas que son cercanas, pero perdonar es una carretera de doble sentido. Siempre que perdonamos a alguien, también nos estamos...
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