Mi Parte De La Historia

 Desperté.
El helado piso hacia contacto con mi piel, ¿Dónde estaba? Sin duda aquí no fue donde dormí esa noche. Olía diferente, se escuchaba diferente. Al abrir los ojos y al verla, su expresión era miedo, sin embargo se puso rígida en su posición y con coraje en los ojos trato de sonreírme.
-Bienvenida- dijo en un pequeño aullido. –Creí que no te recuperarías.
No respondí, aun cuando hablósuavemente, mis oídos retumbaron ante el sonido, mi cabeza palpitó, todo mi cuerpo reaccionó, fue inevitable cubrirme los oídos y emitir un rugido en mi garganta.
-Lo siento.- susurró – Tus sentidos deben adaptarse, dormiste por mucho tiempo. Tu cuerpo necesita aun recuperar fuerzas.
Se acerco lentamente a mí, esperando alguna reacción de rechazo de mi parte, sentía su miedo, su respiraciónacelerada, su corazón alterado, ¿Cómo aun lograba mantenerse firme? Toco mi frente con la palma de su mano, sentir el tacto hizo que mi cuerpo se erizara nuevamente, era tan chiquita, su piel cobriza contrastaba con la palidez de la mía. Sonrió, me miro a los ojos, y susurro:
-Al parecer tu temperatura se está elevando, pronto tu cuerpo será el mismo de antes.
Volvió a su asiento, y su cuerpo serelajo. Mire a mi alrededor, mi vista al principio torturada por la luz pronto se enfoco, estaba metida en lo que parecía una cueva, la misma en donde caí rendida tiempo atrás. El fuego encendido a metros de mi era lo que mantenía la calidez del lugar, a la distancia se escuchaba una corriente de agua que caía con fuerza. Lo recordaba todo, como había caminado sin rumbo, como aun sin fuerzas luchehasta llegar aquí, todo en fuego, destruido, y yo bañada en sangre, pero ¿Qué había sucedido antes de eso?
-te encontré en este lugar –dijo, mirando su alrededor. –no hace más de un mes. Había oído de personas como tú, híbridos, hay todo tipo de leyendas. Aquella tarde estaba cazando, y al encontrarte fui con el varázsló1, mi madre, me asigno a cuidarte y guiarte hasta que recuperes fuerzas. Mipadre, el Vezető2, me dijo que cuando estés lista te presentara ante la tribu.
Me senté en la rigidez del suelo, la mire fijamente, me puse en pie y salí de allí. Todo era una vegetación verde y espesa, la humedad en el lugar enfriaba mi piel desnuda, el cabello que me caída hasta la cintura se abría paso por mis hombros y se ondeaba ante mi pecho. Suspire la frescura del aire, el viejo olor a oxidode la sangre había desaparecido, y en su lugar predominaba aquel desagradable olor que salía de los poros de mi cuerpo. Avance en el bosque, Mi paso poco estable me hacia balancearme entre los troncos caídos, ella mucho más ágil que yo me seguía a paso silencioso.

Pronto llegue a la caída de agua, estando tan cerca ensordecía mis oídos, al sumergirme en ella cada poro de mi cuerpo se estremeció,pero poco a poco se fue acostumbrando al frio tacto del agua en mi, mi cabello danzaba mientras me sumergía en el agua. No debí despertar, debí morir, aquella noche lo deseaba, ¿Por qué aun estoy aquí? ¿Cuánto tiempo ha pasado? Al salir del agua ella me esperaba recostada de un árbol; en su mano, muerto, caía un oatus. El olor a sangre fresca que desprendía el animal dilato mi mirada, ella lolanzo a metros de si, a donde llegue en segundos.
Su carne ensangrentada quemaba mi garganta, despertaba mi cuerpo, mis sentidos, mi instinto. En donde quedaban solo sobras aparecieron unas aves muertas. Y luego la cría de un tapirus. El hambre estaba saciada, pero la sed quemaba en mi garganta pidiendo más, la sangre que se deslizaba por mi cuerpo hacia contraste, brillaba con vida.
La mire, sumirada llena de aturdimiento, me señalo al agua.
Me dirigí hasta allí y me vi en el reflejo, la heterocromia en mi ojo izquierdo se había desarrollado, ya estaba casi completamente de un negro azabache, aun adornado de su color azul natural en el interior del iris. El rojo de la sangre centelleaba en el reflejo del agua, me limpie lentamente, admirando como la sangre se unía con el agua y se...