Mi Pequeña Tonta
=Mi pequeña Tonta.=
Brown Jishker el chico más guapo de Inglaterra se ve envuelto en la desesperación por querer deshacerse de Sandía; una joven con nombre de fruta de tan solo diez y seis años quien terminará perdida en las calles de Londres con solo maletas.
Muchos rumores corren cuando Sandía y Brown sean vistos juntos por una equivocación o casualidad del destino. Con forme la historiapasa y demasiados problemas, jugarretas y secretos ocurran entre ambos comenzaran a sentir un gran afecto entre sí, pero cuando el cuento de hadas parezca tan real algo o alguien hará que su mundo de fantasía caiga de repente, incluso ¿Qué pasaría si Lea, la modelo más sensual de Europa intervenga?
¿Cuáles son los secretos de Brown?, ¿Cómo llegaría a enamorarse de una chica que es una Tonta?Parte 1.
Maldigo a ese jodido café que me haya entretenido. ¡Mierda! ¿Cómo pude quedar aquí sin nada más que un pasaporte que me llevaría de nuevo a mi país? ¡No tengo dinero!, ¡No tengo contactos!... ¡No tengo a nadie a mi lado! Simplemente un idiota engreído que detesto por la misma razón, si ese tonto llamado Brown Jishker, el típico chico pelinegro, de ojos azules y buen cuerpo.
Noticias: “Hoy seha revelado que Brown Jishker ha sido visto en el aeropuerto con una chica cuya identidad desconocemos, miren he aquí las siguientes fotos.”
En la televisión aparecieron imágenes mías y de él, agarrados de las manos y corriendo hacia su camioneta. ¡Qué vergüenza! Mucho más si se trataba de ese idiota.
-¡Mira lo que has hecho!- escucho tras de mí, era esa voz masculina que me erizaba la piel,aquella que me dejaba pensando un buen momento y luego me hacía reaccionar de una manera no muy grata.
-¡Yo no he hecho nada!- me jacto de una manera frustrada, y bueno, aunque estuviera con el idiota que resultaba ser el antiguo hijo de un cantante y una súper modelo, quien era uno de los chicos más guapos de Inglaterra y quizá de Europa, no era del todo grato.
-¿¡No!?- me mira con esos ojos quesolo yo sé de qué se tratan. Me estaba culpando. - ¿Quién me tiro un café caliente en mi playera de más de cuatro mil euros, de seda china, no es mi culpa que te hayas perdido de tu hermoso hacia Grecia y que no tengas dinero ni nada más que a mí?- me maldigo por dentro, en cierto aspecto él tenía la razón.
-Era té Chai, y no, no estaba caliente; estaba tibio, detesto las cosas hirviendo.- me cruzode brazos. Ahora que lo pienso, si yo no fuera tan glotona, tal vez ahora estaría en un hotel de Grecia, mirando las calles y paseando por todos los lugares que quisiera, pero no, Sandía tenía que tener antojo de un jodido té chai de una maquinita… si, difícil de creer pero a causa de un antojo me he quedado asaltada (un vagabundo logró robarme mi tarjeta de ahorro mi pasaporte y visa), empapadapor la fuerte lluvia, con las rodillas raspadas y lo peor de todo, un principito mimado.
-Lo que sea, tú y tu patética vida me están complicando la mía.- se sienta en su lujosa cama de medio millón de euros, detestaba el glamour, era estúpido y odioso al igual que él. –Ve a dormir, mañana te llevaré a la embajada de tu país por tu visa y pasaporte.- exactamente me lanza su playera llena de café ala cara. –Y ten, eso es como un regalo de hospitalidad.- sonríe forzadamente, a lo que finjo carcajear e irme.
Inglaterra, un hermoso país clásico, demasiado educado y lleno de personas maravillosas, excepto Brown Jishker, ese idiota era la presunción en persona. Lo odiaba. Admito que él era demasiado guapo, por sus ojos azules, su cabello negro y esa piel hermosa con algunos lunares en el cuello;mas sin embargo su carácter le arruinaba lo hermoso.
Me tumbo sobre la cama que él me había dado para que descansara en su casa, el niño estaba demasiado contento con haberme visto al otro día hacerle el quehacer de su enrome departamento. ¡Idiota!
-¿Por qué a mí?- me acurruco entre las almohadas hipo alergénicas y los peluches que tanto me rodeaban, las cobijas eran demasiado suaves y el...
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