Michela Marzano La Muerte Como Espectaculo
La muerte
como
espectáculo
La difusión de la violencia
en Internet
y s u s implicaciones éticas
Michela Marzano
LA MUERTE COMO
ESPECTÁCULO
Estudio sobre la «realidad-horror»
Traducción de Nuria Viver Barri
Colección dirigida por Josep Ramoneda
con la colaboración de Judit Carrera
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t u s Q uets
Título original: La mort spectacle.
Enquête sur l'«horreur-réalité»
1.aedición en Tusquets Editores España: febrero de 2010
1.a edición en Tusquets Editores México: abril de 2010
O Éditions Gallimard, 2007
© de la traducción: Nuria Viver Barri, 2010
Diseño de la colección: Estudio Úbeda
Reservados todos los derechos de esta edición para
©Tusquets Editores México, S.A. de C.V.
Campeche 280 Int. 301 v 302 - 06100 México, D.E
Tel. 5574-6379 Fax 5584-1335
www. tusquetseditores .com
ISBN: 978-607-421-168-9
Fotocomposición: Anglofort, S.A.
Impresión: Litográfica Ingramex, S.A. de C.V.
Centeno 162-1 - México, D.F.
Impreso en México
Queda rigurosam ente prohibida cualquier forma de repro
ducción, distribución, comunicación pública o transform a
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titulares de los derechos de explotación.
Índice
Prólogo.......................................................
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La «realidad-horror» ...............................
La sociedad de la in d ife re n c ia ...............
¿Qué h a c e r? ................................................
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A Jacques
Prólogo
Al estudiar el fenóm eno pornográfico, a
m enudo me he topado con imágenes de vio
lencia, tortura, violación, hum illación... Laevolución rápida hacia lo hiperduro, a partir
de finales de los años noventa, generalizó es
tos espectáculos cada vez m ás crudos. Sin
embargo, en la m ayoría de los casos, sólo se
tratab a de escenificaciones. Escenificaciones
extrem as y am biguas, es cierto, porque eso
es lo propio del porno, una mezcla de ficción
y de realidad. Pero estas producciones tam
bién tenían parte de representación cinema
tográfica; pertenecían al ám bito del artifi
cio, con un guión, actores, actrices, realiza
dores... En los años setenta, se oía decir que
existían vídeos que supuestam ente represen
taban violaciones y asesinatos muy reales de
una o varias víctimas, pero no existía ningu
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na prueba form al de lo que los rum ores lla
m aban las películas snuff. No obstante, yo
em pezaba a hacerm epreguntas: a p artir del
m om ento en que se m uestran individuos re
ducidos a «cosas», de los que se puede dispo
ner a placer, ¿qué nos im pide deslizam os de
la ficción a la realidad?
En 2004, todo se trasto rn a. Es cuando
aparecen los vídeos m acabros, realizados por
grupos islamistas. Circulan libremente por In
ternet y los ven miles de personas en Occiden
te. M uestran la fría ejecución pordegolla
ción de cientos de prisioneros occidentales en
Irak o en Afganistán. Encontré en ello una tris
te respuesta a mis prim eras preguntas, la rea
lidad había sustituido progresivam ente a la
ficción. Las imágenes representaban torturas
y asesinatos reales. Quise saber más. ¿Cuál era
la am plitud del fenómeno? ¿Qué m ostraban
exactam ente los vídeos? ¿Dónde se podían
encontrar? ¿Quién los miraba? Y sobre todo,
¿cómo habíam os llegado a ese extremo?
Al tom ar la decisión de intentar respon
der a estas preguntas, de comprender, no sa
bía entonces que iba a em barcarm e en un au
téntico viaje a las profundidades del infierno.
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Porque esta vez ya no se trataba de reflexionar
sobre esa mezcla am bigua de ficción y de rea
lidad que pone en escena la pornografía, sino
de llevar a caboun estudio sobre la violencia
real y el horror extrem o puestos al alcance
de todos los usuarios potenciales de la Red.
Una violencia y un h o rro r que no son el pro
ducto de una simulación, sino que m uestran
violaciones, torturas y degollaciones perfecta
m ente auténticas. Una violencia y un horror
que expresan la crueldad en estado puro. De
m anera que, durante meses, dudé, aplacé, no
di...
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