Microcosmos
El libro del que hablamos lo ha escrito a la edad de 86 años y va, precisamente, de la mano del hombre y su relación con el cambio climático. Según Lovelock, ya estamos definitivamente condenados al mismo y la razón es que nos hemos cargado todos los sistemas que tiene la Tierra para enfriarse. Lo único que podemos hacer es intentar minimizar los resultados.Nos recuerda lo importante que es para nuestra sociedad la electricidad y explica una historieta sobre qué sucedería si no la tuviésemos de forma permanente.
Intenta explicar por qué el cambio climático no se ha tomado realmente en serio, por mucho que los científicos no paren de dar alarmas, dado que la ciencia no puede explicarlo todo. En sus propias palabras:
La ciencia es un club cordial yagradable de especialistas que siguen los caminos trazados por numerosas autoridades; es presuntuosa y admirablemente productiva, pero nunca segura al 100% y siempre coartada por la persistencia de unos puntos de vista incompletos.
Y mientras los científicos deben ser cautos en sus afirmaciones, los políticos van al Protocolo de Kyoto haciendo ver que escuchan cuando, en realidad, sólo ganantiempo.
Da un repaso por todas las posibles fuentes de energía conocidas hoy día y una explicación de ventajas e inconvenientes. Damos algunos detalles.
Respecto el gas, no todo se quema: hay fugas. El metano es 20 veces más potente que el CO2 para producir efecto invernadero, aunque en 12 años sólo queda el 37% de la fuga; el resto se oxida para formar CO2 y vapor de agua. El CO2 tarda en eliminarseentre 50 y 100 años. Tan preocupante uno como otro.
Donde hay una sorpresa ha sido al tratar de las energías renovables y del modo tan sesgado en que tratan los políticos el concepto “desarrollo sostenible” y “energías renovables”.
por ejemplo, que para satisfacer las necesidades energéticas del Reino Unido se necesitarían 276.000 generadores de viento (tres por cada kilómetro cuadrado y medio)y que, aparte, necesitaríamos una forma eficiente de almacenar la energía que se produce. Las turbinas de viento funcionan un 25% del tiempo y el 75% restante debe venir de otras fuentes. El informe más reciente de Alemania al respecto dice que sólo está disponible el 16% del tiempo. En su opinión, ninguna comunidad razonable invertiría en este tipo de producción de energía si no fuera porque loscostes reales se ocultan al público.
De las hidroeléctricas explica que contribuyen a la mitad del gasto en países como Canadá, Noruega y Suecia; pero claro, depende de los ríos que tengamos.
De los biocombustibles afirma que son peligrosos porque es muy fácil cultivarlos como sustitutivo del combustible fósil y que se necesitan grandes extensiones de terreno que, por otro lado, habría que robara la superficie boscosa.
De la energía solar dice que todavía hoy es muy cara, a pesar de los 30 años de investigación. Como pasa con el viento, la llegada de luz es intermitente y volvemos a necesitar formas de almacenamiento de energía eficientes.
Su solución a los problemas del calentamiento global está en la fusión nuclear. Un reactor de este tipo tiene como residuo el gas helio y laspartes metálicas del reactor que se vuelven radiactivas (por los flujos de neutrones que corren por allí) son un problema de segundo orden. Los residuos radiactivos de la fusión no son de largo plazo. Dice que Kyoto debería recibir más pragmatismo de científicos e ingenieros y menos del ideal romántico que retrasa los avances en la obtención de energía a partir de la fusión nuclear.
Como todavía notenemos la fusión en marcha y, como medida temporal, hemos de recurrir a la fisión nuclear (nuestras clásicas centrales nucleares). El autor dice estar perplejo por los ataques de ecologistas y críticos de este tipo de energía (que insisto, él considera la mejor hasta que se logre la fusión) y no al otro tipo de energía que genera CO2.
Quemar combustibles fósiles produce al año 27.000 millones de...
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