Microcuentos dictadura

Carrizal
Estaba todo preparado, el mar tronaba como nunca, estábamos contentos, por fin era el último cargamento, el güiro camuflaba la revolución de nuestroscorazones, celebramos con una foto, que nunca vi. La camioneta estaba lista para partir a la capital, cuando llegó un auto, sólo atiné a correr… Sin aviso caí ala arena, un fusil fue puesto en mi frente, cerré mis ojos, recordé mi corta vida, los compañeros, la lucha, el amor, su silueta, sus besos, pero ya era tarde,había que vencer o morir, pero la batalla contra el tirano seguiría, yo era uno más de los tantos. Abrí los ojos, lo miré y en sus pupilas había miedo, a lo lejos seescuchó un “¡mil veces venceremos!” y el maldito apretó el gatillo.

El Allanamiento

Llegaron a la casa sin avisarle a nadie, rompieron todo y no titubearonen golpear al niño, él no sabía, lo encerraron en la pieza, nos agarraron a mi compañero y a mí, nos subieron a un auto, sabíamos que sería un largo camino, perosin retorno. Yo solo pensaba en mi hijo, mi hijo, mi niño… Solo cuando llegamos a no sé dónde, nos hablaron de nuevo, me tomaron y fui a dar a otro cuarto,entonces empecé a escuchar los gritos, el dolor, y cuando me vieron llorar continuaron conmigo, fui torturada, hasta que entendieron que yo no iba a hablar. En esemomento volví junto a mi compañero, nos arrinconaron contra el paredón, él solo atinó a mirarme a los ojos y supe que me amaba. Me di la vuelta, debía morir con lafrente en alto. Pensé en solo dos cosas, mi hijo, mi hermoso hijo y en la consigna “con el pueblo, conciencia y fusil…”, junto a ella pereció nuestra vida.