Microeconomia

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Cincuenta años de políticas de desarrollo: situación y perspectivas
Rafael Muñoz de Bustillo Llorente
Universidad de Salamanca

Resumen. Tomando como punto de partida la enumeración de los hechos estilizados del desarrollo en los últimos 50 años, este artículo aborda las perspectivas de política de desarrollo para el siglo XXI mediante una revisión histórica de las distintasorientaciones planteadas en este campo desde los años 50 del siglo XX. Revisión de la que se extraen una serie de conclusiones, como la importancia de las instituciones, la diversidad de las experiencias de desarrollo, la dificultad de ofrecer una única política para todos los casos, etc., que se consideran centrales a la hora de informar la política de desarrollo del futuro.

Palabras clave.Política de desarrollo, Consenso de Washington. Clasificación JEL. 010, 011, 020.

Abstract. Starting from a summary of the stylized facts of development in the last 50
years, this paper addresses the perspectives of development policy for the 21st Century. With this purpose, the different proposals of development policies defended in the second half of the 20th Century are reviewed. The importantrole played by the institutions, the diversity of growth experiences, and the difficulties of finding one policy which fits all cases, are some of the conclusion drawn from this critical revision that need to be taken into consideration when designing development proposal for the future.

Key words. Development policy, Washington Consensus. JEL classification. 010, 011, 020.

1. Introducción
LaTeoría del Desarrollo Económico (TDE) ha sido desde sus orígenes, allá por los años 50 del pasado siglo, un campo especialmente complejo de praxis económica. Algo fácil de entender si pensamos que su finalidad es transformar de raíz el funcionamiento económico (y social) de un país mediante el aumento de su capacidad para producir bienes y servicios y, a través de ello, conseguir la mejora delbienestar de sus ciudadanos. Circunstancia que hace que muchas de las herramientas más apreciadas de los economistas, como equilibrio parcial, funciones continuas, ajustes marginales, etc., pierdan gran parte de su utilidad. Así

principios
Nº 1/2005

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Rafael Muñoz de Bustillo Llorente
que no es de extrañar que tras medio siglo de vida la sensación dominante entre los investigadores deeste campo de la Economía sea de cierta perplejidad ante la resistencia de la realidad de los Países Menos Desarrollados (PMD) a reaccionar positivamente a las prescripciones que sucesivamente se han ido suministrando desde la profesión con la finalidad de dirigir el desarrollo económico de los países más pobres de la Tierra. Perplejidad que se recoge acertadamente en dos citas de Arnold Harbergercon las que Dani Rodrik (2003) da comienzo a un reciente trabajo sobre estrategias de crecimiento. En la primera de ellas (Harberger, 1985) podemos leer: «En lo que se refiere a los PMD [...] los países que han seguido a la hora de dirigir sus economías las directrices de la profesión, en conjunto han cosechado un buen fruto de sus esfuerzos; de igual modo, los que han sido incapaces de seguirlashan tenido que pagar el precio» (pág. 42), mientras que algo menos de dos décadas más tarde (Harberger, 2003) señalaba: «En realidad, no hay muchas políticas que podamos decir con certeza que afectan de forma positiva y profunda al crecimiento» (pág. 215). Pero más allá de este reconocimiento de las limitaciones de nuestros saberes sobre las dinámicas de desarrollo, tan poco frecuente en nuestraprofesión, es importante señalar, como veremos a continuación, que la propia historia de la teoría del desarrollo es una historia de sucesivos cambios de visión que rara vez han ido acompañados de éxitos generalizados en aquellos países que con mayor o menor entusiasmo adoptaban esas nuevas propuestas. Esto es, las directrices han ido cambiando con el paso del tiempo, para quedarse siempre la...